Socorristas intensificaron este viernes la angustiosa búsqueda de ocho mineros atrapados por el derrumbe en una mina artesanal en el sur de Honduras, después de que tres de los obreros fueran rescatados con vida, constataron periodistas de la AFP.

Los equipos de socorro hondureños, apoyados por colegas de El Salvador y Guatemala, arriesgaban su vida penetrando en los túneles de la mina San Juan de Arriba, unos 160 km al sur de Tegucigalpa, donde el miércoles ocurrió el derrumbe.

El mayor Marco Antonio Artica, de los bomberos, dijo a AFP que después de estar en el fondo de la mina no tiene indicios de que los obreros que continúen atrapados estén muertos.

“Venimos desde el fondo y no se siente mal olor (de mortandad), continuamos con la búsqueda en el mismo lugar. Primero Dios los encontramos con vida”, declaró Artica, agotado por el esfuerzo de búsqueda.

Pese a su esperanza, el minero Marvin Núñez, quien participó en el rescate, declaró a AFP que se percibe un fuerte olor a mortandad en la mina.

“Se siente el mal olor, están deshaciéndose los cuerpos por el calor”, aseveró Núñez, quien estimó que al momento del derrumbe los tres que se salvaron se protegieron bajo un techo de madera pero a los otros ocho “les cayó el derrumbe encima, toneladas de tierra y piedra, porque no tuvieron chance de correr”.

“Jamás volveremos a entrar a esa mina”, relataron los sobrevivientes a Lilian Rodríguez, delegada del estatal Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), que publicó las declaraciones en la red social Twitter.

El sitio de Conadeh publicó fotos con uno de los rescatados, Nehemías Rodríguez, acostado en una camilla en el hospital mientras le suministraban suero. El minero presentaba politraumatismo, contusión del muslo derecho y esguince grado dos del tobillo derecho.

Faltan todavía ocho

Los mineros relataron al Conadeh que el derrumbe habría ocurrido después de que detonaron 10 cartuchos de dinamita dentro de la mina.

“Ojalá los encuentren con vida (a los otros otros ocho), porque son personas amigas de nosotros”, dijo Brayan Escalante, uno de los rescatados, según el comunicado.

Los tres mineros fueron sacados por un estrecho boquete abierto entre rocas con la ayuda de los socorristas, en medio de la emoción de los familiares reunidos en los alrededores de la mina San Juan, en el departamento sureño de Choluteca. Enseguida fueron trasladados a un hospital de la zona para ser examinados.

“Hay uno fracturado, Nehemías Méndez (25), pero están bien los otros, Brayan Escalante (18) y Bayron Maradiaga (19)”, afirmó el jefe de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Moisés Alvarado.

Un socorrista salvadoreño que ayudó a sacar a los mineros y que no se identificó, aseguró que ellos “están enterados de que hay otros compañeros atrapados, que son ocho los que faltan”.

“Vamos a buscar en otros puntos porque en ese lugar”, donde estaban los tres, “hay toneladas de tierra y piedra que cayeron”, lo que dificulta la búsqueda, explicó.

“La esperanza es lo último que se pierde queremos que los saquen de cualquier forma, aunque sea para llevarlos a un cementerio para llevarles flores”, dijo sin poder contener las lágrimas Seydi Ramírez, hermana de uno de los ocho desaparecidos, Wilmer Ramírez (22).

Los socorristas, que penetraron unos 100 metros en el túnel donde se produjo el derrumbe, lograron tomar contacto a través de gritos con tres de los mineros que finalmente lograron rescatar.

En esta zona montañosa hay unas 80 minas con profundos túneles, en los que trabajan unas 4.000 personas de las comunidades vecinas.