El presidente sudafricano Jacob Zuma evocó el lunes la violación que sufrió una de sus esposas hace unos años para justificar obras de renovación que realizó en su residencia privada, a costa de los contribuyentes.

A dos días de las elecciones legislativas, Zuma dio por primera vez explicaciones sobre este caso que ha levantado una viva polémica en el país en plena campaña electoral,

“Criminales vinieron y violaron a mi mujer”, dijo Zuma a reporteros. El caso, que según contó se produjo hace varios años, antes de su llegada al poder en 2009, fue tratado por la policía y los culpables fueron “arrestados, juzgados y condenados”.

Las obras realizadas en su residencia de Nkandla, en la provincia de KwaZulu-Natal (este), costaron al Estado unos 20 millones de dólares.

En un informe, la mediadora de la república denunció estos gastos y afirmó que gran parte de los trabajos realizados fueron de renovación y no de seguridad.

El presidente, de 72 años de edad, no dijo cual de sus esposas había sido violada. En la época de los presuntos hechos, estaba casado con cuatro mujeres. Desde entonces, una de ellas se suicidó y otra se divorció, pero se casó con otras dos mujeres mientras tanto.

Interrogado sobre el dinero gastado para construir, entre otros, una piscina, un anfiteatro, corrales y un ganado, el presidente estimó el lunes que este caso “no afectará a los electores del ANC”, su partido.

Según los últimos sondeos, el ANC cuenta con un 60% de las intenciones de voto.