La presencia de uranio en la zona detonó la masiva inscripción de concesiones de exploración mineras en las provincias de Concepción, Bío Bío y Ñuble. Así al menos lo sospecha la ONG Manzana Verde, que iniciará una serie de actividades para alertar del peligro que sería para el medio ambiente la explotación del mineral.

Son 800 inscripciones a través de las cuales el estudio jurídico santiaguino Philippi, Yrarrázabal, Pulido y Brunner intenta conseguir concesiones mineras en unas 240 mil hectáreas de la Región del Bío Bío. Se ignora para quién se tramita las solicitudes. Sólo se sabe que fueron presentadas por un abogado hoy asesor del subsecretario de Medio Ambiente, Ricardo Irarrázabal, quien coincidentemente es asociado al bufete.

Sin pronunciarse sobre las suspicacias que surgen de ese nexo, la ONG Manzana Verde inició un análisis del interés que habría detrás de las pertenencias mineras. Oscar Carrillo, integrante de la organización, dijo que toda la evidencia apunta a la posible presencia de uranio en la zona.

Para Romina Acevedo, miembro también de la ONG Manzana Verde, la explotación del mineral representa un peligro para el medio ambiente y por ende para la salud de las personas.

Por eso es que la organización no gubernamental inició una serie de reuniones con expertos en la materia, de manera de lanzar una serie de iniciativas que alerten sobre las consecuencias que tendría el inicio de la explotación de las potenciales pertenencias mineras, que abarcan el cordón montañoso que va desde la ribera del río Bío Bío hasta la del Itata.