El gobierno boliviano llamó este lunes al diálogo a líderes de una marcha de indígenas que fue reprimida con violencia el domingo por fuerzas policiales, según informó el ministro de la Presidencia, Carlos Romero.

“Convocamos a los dirigentes de la CIDOB (Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia) y de sus organizaciones a un diálogo sincero con la misma voluntad expresada antes y durante la marcha que iniciaron a mediados de agosto”, señaló una carta enviada a los marchistas y firmada por Romero.

Romero dijo en una conferencia de prensa en Santa Cruz (este), que el nuevo llamado al diálogo intenta “llegar a situaciones reales que permitan solucionar los problemas planteados”.

Los dirigentes de la CIDOB, entre ellos su presidente, Adolfo Chávez, se encuentran refugiados en una iglesia de San Borja (noreste), muy cerca de Yucumo, cabecera de ingreso a la Amazonia, región donde fue reprimida duramente la marcha de los nativos.

Romero manifestó que “si hay una respuesta positiva se coordinará la operativización al diálogo”, mientras en San Borja unos 200 indígenas comienzan a reunirse para debatir una eventual reanudación de la marcha hacia La Paz en rechazo a la construcción de una carretera que afecta su hábitat.

En pleno desarrollo de la marcha, el gobierno fracasó en siete oportunidades en su interés de abrir la negociación. En este caso, “si los dirigentes de la CIDOB responden positivamente, se discutirán los detalles” sobre el lugar y la hora de la reunión”, subrayó Romero.

A contramano del llamado gubernamental al diálogo, los movimientos sociales articulan protestas contra el gobierno, como un paro nacional convocado por la Central Obrera Boliviana (COB) para el miércoles.