Integrantes de la comunidad indígena Qom o Toba, que habitan en el noreste argentino, mantenían cortada este miércoles por tercer día consecutivo la avenida 9 de Julio, la más ancha de Buenos Aires en pleno centro de la capital, en reclamo de la devolución de tierras ancestrales.

“Estamos reclamando la devolución de nuestras tierras, que han sido expropiadas de manera ilegal y sin consulta por la provincia de Formosa”, dijo a la AFP Félix Díaz, cacique de la comunidad.

Medio centenar de personas, entre ellos ocho niños y seis mujeres, iniciaron el lunes el bloqueo sobre ocho de los 16 carriles de la avenida 9 de julio, una de las más anchas del mundo, generando graves inconvenientes en el tránsito.

En tanto, 17 miembros de la comunidad iniciaron una huelga de hambre.

“Ojalá que nos vayamos pronto, pero no depende de nosotros, depende de la voluntad del gobierno”, dijo Díaz.

Los tobas piden justicia además por la muerte de Roberto López, uno de sus integrantes asesinado en noviembre pasado en medio de una violenta represión policial de una manifestación en Formosa (noreste).

Desde diciembre pasado, los integrantes de la comunidad se instalaron con carpas en una plazoleta sobre una de las aceras de la avenida 9 de julio.

El 30 de diciembre, levantaron una primera huelga de hambre de siete días, tras la promesa de funcionarios del gobierno federal de mediar ante la provincia de Formosa para que atienda su reclamo de tierras, además de brindarles asistencia sanitaria y garantías de seguridad, entre otras demandas.

La comunidad Qom cuenta con unos 20.000 integrantes, de los cuales 4.200 vivían en las tierras que les fueron expropiadas, según el cacique.

Los Qom están instalados en el noreste de Argentina, así como en Paraguay y Bolivia.