La batalla de Abiyán continuaba el sábado con intensos tiroteos con arma pesada cerca de los últimos bastiones del presidente saliente Laurent Gbagbo, cuyas fuerzas, así como las de su rival Alassane Ouattara son acusadas por la ONU de masacres realizadas en el oeste del país.

La Misión de la ONU en Costa de Marfil (ONUCI) indicó este sábado que unas 330 personas murieron en Duekue (oeste), la mayoría a manos de combatientes del presidente electo reconocido por la comunidad internacional Alassane Ouattara que ingresaron a la localidad el martes.

Guillaume N’Gefa, de la división de derechos humanos de la ONUCI, dijo a la AFP que de las 330 personas muertas en la ciudad al comenzar la semana, la mayoría fueron víctimas de las fuerzas de Ouattara, pero un centenar murió en manos de las tropas fieles al mandatario saliente Laurent Gbagbo.

“Antes de que se tomara la ciudad fueron las milicias y los mercenarios los que atacaron a la población del norte”, en su mayoría musulmanes de la etnia diula, así como a “ciudadanos de África del oeste”, agregó. Luego se produjo el ataque de las fuerzas de Ouattara que tomaron Duekue el martes.

Un portavoz de las fuerzas militares de Ouattara aclaró luego que las víctimas eran “milicianos y no civiles”.

El gobierno del presidente electo marfileño afirmó el sábado haber encontrado fosas comunes en el oeste del país, en medio de una batalla por el poder con el presidente saliente Gbagbo, que según la Cruz Roja se cobró 800 muertos el pasado martes.

Un intenso tiroteo de armas pesadas se registraba este sábado en el barrio que alberga al palacio presidencial en Abiyán, escenario de combates entre las fuerzas del presidente saliente Gbagbo y del mandatario electo Ouattara, constató la AFP.

Los disparos, sobre todo de mortero, empezaron hacia las 9:15, después de una noche y una mañana relativamente tranquilas, alteradas
sólo por algunos tiros esporádicos.

El palacio presidencial es uno de los últimos bastiones que quedan en manos de las fuerzas de Gbagbo en Abiyán, la capital económica, adonde llegaron el jueves por la noche los hombres de Ouattara tras conquistar la casi totalidad del país.

El gobierno de Ouattara decretó un alto el fuego de las 12:00 del sábado a las 06:00 del domingo.

Por su parte, el ejecutivo de Ouattara dijo que “quiere informar a la opinión (pública) nacional e internacional del hallazgo de numerosas fosas comunes en el oeste del país, sobre todo en Toulepleu, Blolequin y Guiglo, cuyos autores no son otros que las fuerzas leales, los mercenarios y las milicias de Laurent Gbagbo”, según un comunicado transmitido a la AFP.

Poco antes de que el bando de Ouattara revelara estas acusaciones, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció que “al menos 800 personas” murieron el martes 29 de marzo en actos violentos en Duekue, en el oeste del país.

El sábado la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) afirmó en un comunicado que “más de 800 personas han sido ejecutadas” en la ciudad de Duekue (oeste), desde la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en ese país.

La organización con sede en Ginebra agregó que decenas de miles de hombres, mujeres y niños huyeron de Duekue desde el lunes por los combates y los saqueos.

Esta localidad está bajo control de las fuerzas de Ouattara desde el martes, tras dos días de combate.

Human Rights Watch dijo este sábado que la mayoría de las atrocidades han sido cometidas por las fuerzas de Gbagbo contra los simpatizantes de su rival, aunque advirtió que Ouattara debería moderar a sus tropas, para asegurarse de que “no llevan a cabo represalias u otros abusos contra civiles o simpatizantes de Laurent Gbagbo.”

El gobierno de Ouattara dijo que “rechaza firmemente tales acusaciones y niega cualquier implicación” de su ejército en posibles atropellos.

En un mensaje difundido por la televisión estatal RTI, militares fieles a Laurent Gbagbo instaron este sábado a una movilización de tropas para “proteger las instituciones de la República”.