Cuando se habla de relaciones sexuales, la mayoría de las veces el foco siempre está centrado en el orgasmo y cómo tener uno mejor o más “explosivo”.

Sin embargo, hay otro detalle en el sexo que es igual de importante que el orgasmo y algunos no lo toman demasiado en cuenta: la excitación.

Según explica la experta en Educación Sexual, Pamela Madsen, en la revista Psychology Today, las mujeres buscan activamente cómo encender sus “motores eróticos”, pero esto no ocurre con el orgasmo, sino que con la excitación.

“La excitación, el estado pasado por alto que puede durar todo el día o solo unos minutos, es el componente básico del santo grial orgásmico. Si no puedes acceder a tu excitación, es probable que no tengas orgasmos”, asegura.

Pexels (CC)
Pexels (CC)

Madsen señala que la excitación puede “sentirse como activación sexual o incluso emoción”, que en su mejor punto se expresa como una “experiencia de cuerpo completo”. Pero indica que, desafortunadamente, no muchas conocen el poder real de este estado.

En este sentido, la especialista apunta que, tal como lo menciona Naomi Wolf en su libro Vagina: Una nueva biografía, cuando el circuito “vagina-corazón-cerebro” —el cual es un bucle de dopamina-oxitocina-opiáceo— “está intacto e ininterrumpido, una mujer se encuentra en un estado de bienestar genuino: capaz, segura y sexy. Ella sabe cómo acceder a la excitación y operar con ella a lo largo de su día”.

No obstante, cuando este bucle se ve interrumpido, “las mujeres se adormecen” y pueden llegar a experimentar depresión, ansiedad, una baja de libido e incluso histeria, afirma la experta.

Madsen explica que es importante reconocer este circuito y complementarlo “para que las mujeres estemos constantemente cargadas, activadas, abiertas y listas para la vida, e incluso tengamos orgasmos”.

Si se aprovecha el real potencial de la excitación, la experta indica que esto ayudará a mejorar considerablemente la vida sexual, algo en que también coincide Janet Brito, psicológa clínica y terapeuta sexual.

Brito detalló a la revista Men’s Health que mientras más excitación y conexión haya con la otra persona, se estará más cómodo compartiendo sus deseos o fantasías y, por ende, la relación sexual se disfrutará mucho más.

“Necesitamos acceder a nuestra propia excitación y entender que no solo está ahí para el acto sexual. El otro beneficio de esta experiencia de aprendizaje es que una vez que tenemos control sobre nuestra excitación como un todo, podemos acceder a ella más fácilmente y sacarla con toda su fuerza para encender las pasiones sexuales de nuestra pareja”, añade Madsen.

Finalmente, la educadora sexual afirma que la excitación no se debe tratar como una experiencia limitada. “Es hora de hablar de algo más que el orgasmo y apoyar a las mujeres que se encuentran desconectadas de este estado esencial que es pasado por alto”, concluyó.