Promover la libertad de movimiento durante el trabajo de parto, asegurar controles neonatales y el desarrollo de un “plan de preferencia de parto”, son algunas de las estrategias que se impulsan para lograr partos seguros, dinámicos y con menores consecuencias postparto para la mujer.

Han pasado 34 años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó no colocar a la embarazada en “posición dorsal de litotomía durante la dilatación” y el parto propiamente tal. Sin embargo, en la actualidad el 80% de los partos siguen siendo así, con la mujer acostada sobre una superficie dura.

“Es una posición anti fisiológica que bloquea la pelvis, cerrando su segmento posterior y a su vez no se beneficia de la gravedad”, comentó la kinesióloga experta en embarazo y post parto, Florencia Monje.

El parto es un proceso dinámico y por lo mismo se recomienda que la mujer adopte la posición que le acomode. “La posición vertical se favorece de la gravedad, abriendo la pelvis de tal manera que los isquiones (huesos de la vulva) se separan para dar nacimiento al bebe”, señaló Monje, quien recomendó algunas posiciones a realizar antes y durante el parto.

Las 3 posiciones claves de la movilidad pélvica

De pie con las rodillas ligeramente flexionadas

Sentada sobre un balón de pilates

De rodilla/ con cuatro apoyos, descansando en el balón

Casa Colibrí
Casa Colibrí

Para los especialistas lo importante es que la mujer debe llegar lo más preparada e informada a la hora de dar a luz. “Los equipos de salud debemos indagar si hay sentimientos de miedo, explicar la importancia de la flexibilidad de movimiento y promover incluso un plan de preferencias del parto”, sostuvo Vanessa Hormazabal, matrona especialista en salud materna y neonatal en el conversatorio “Corporalidad y parto”, organizado por la carrera de Obstetricia de la U. San Sebastián.

Educación prenatal

Una mujer informada, preparada y con sus controles neonatales al día, tiene todas las posibilidades de lograr un parto exitoso y como lo ha deseado. Pero eso no siempre es así.

“El problema es que llegan cuando están a punto de dar a luz, sin controles previos, lo que dificulta aún más el parto”, comentó Giorgia Cartes, Matrona Coordinadora de la Unidad de Ginecología y Obstetricia del Hospital San José.

Este recinto ha incrementado el número de partos de 7 mil en 2017 a más de 8 mil en 2018. De esos, el 46% corresponden a madres migrantes. En particular las embarazadas de origen haitiano no están habituadas a controlarse, y llegan con patologías obstétricas, cardiovasculares y alteraciones que son evitables decía la matrona.