Sin duda este es un acto que refleja gran afecto de un nieto a su abuela. Días atrás, fueron publicadas en Twitter una serie de imágenes que muestran cómo es la agenda telefónica, en base a dibujos, que creó el español Pedro Ortega a su abuela Encarna Alés, quien no sabe leer.
Desde que recibió este obsequio, la mujer de 74 años de edad relaciona cada serie de ocho números con el dibujo de la persona que corresponde. De esta forma, puede diferenciar a sus amigas, sus familiares, el peluquero, carnicero y plomero; entre otros.
Fue el propio Pedro quien compartió su obra en la mencionada red social, donde ha sido retuiteado cerca de 25 mil veces y posee más de 100 mil Me Gusta.
Entrevistada por diario El País, Encarna indicó que cada 2 años su nieto se encarga de actualizar las imágenes, aunque esto consiste en cambiar solamente el material, los dibujos permanecen intactos.
“Cuando mi sobrino se casó fui a Madrid. Me llevé la agenda para poder llamar a quien quisiera. A cada persona que le enseñé la agenda se moría de risa”, indicó la señora.
Consultada por su analfabetismo la señora fue clara, debió dejar la escuela a los ocho años en 1952. Según su testimonio, no había tiempo para estudiar, debió salir a trabajar muy temprano para poder comer.
“Éramos ocho hermanos y nos colocamos antes de tiempo, trabajando para que me dieran algo de comer. Empecé en una panadería y luego, a limpiar en casa de unos señores”, recordó.
Ortega también fue consultado respecto al origen de esta particular agenda, en su relato indicó que todo partió cuando era un niño, le gustaba dibujar y encontró una buena forma para ayudar a su abuela.
“Cuando yo tenía 11 años, mi padre le regaló un tarjetero para apuntar los números de teléfono. En vez de nombres, me entretuve dibujando algo que ella pudiese asociar con cada persona”, aseveró.
Pedro añadió que siempre buscó que su abuela relacionara objetos con los familiares o personas en la agenda. De esta forma, todas las personas están asociadas a algo en particular.
“Utilizamos cosas que ella relaciona con cada persona. Por ejemplo, mi hermano tuvo un conejo de mascota hace años. Ya no hay conejo, pero él sigue siendo un conejo en la agenda. Yo soy el que mejor notas sacaba de sus diez nietos, así que soy un libro. Una de sus hijas es una maleta porque hace muchos años trabajó vendiéndolas”, explicó.
Cabe señalar que el último informe mundial de alfabetización, elaborado en 2016 por la Universidad Central del Estado de Connecticut, situó a Chile en el puesto 37, al tope en América Latina.
Por otra parte, en la encuesta Casen 2013, se determinó que en nuestro país existían 500 mil personas que no sabían leer.
