Adoptar malas posturas durante el sueño, es una de las causas más comunes de los dolores musculares que pueden afectarte durante la jornada diaria.
En este contexto, la fisioterapeuta Lorena Álvarez, señaló al diario electrónico El País, que si bien el cuerpo está preparado de forma natural para ajustar la posición de sus músculos durante el periodo de descanso, es fundamental tomar medidas para evitar dolores.
Asimismo, la ansiedad también podría estar provocándote molestias físicas. “El estrés pone una barrera entre tú y tus patologías musculares. Cuando durante la noche disminuye, el cerebro empieza a percibir esas alteraciones, de las que somos conscientes al despertar“, explica el fisioterapeuta Guillermo Luna.
Son esos factores los que suelen desencadenar molestias puntuales en el cuerpo. En el caso de sufrir dolor crónico, debes considerar que su origen puede ser inflamatorio.
El truco de la almohada
Si bien a la hora de acostarte puedes confiar en que tu cuerpo adoptará la posición más cómoda, existe un sencillo truco para asegurar un descanso pleno.
Para esto, solo necesitas una almohada extra, aparte de la que usarás para apoyar la cabeza. De este modo, su ubicación irá en función de la postura elegida para dormir.
Los especialistas advierten que la posición fetal suele dañar los rotadores del brazo. “La escápula está lateralizada y tienes el hombro superior echado hacia delante, acortando pectoral mayor y menor, parte fundamental del movimiento”, explica Luna.
De este modo, el fisioterapeuta señala que sería ideal poner una almohada enfrente para colocar el brazo y así neutralizar la posición de la escápula. Asimismo, para evitar dolores lumbares, puedes poner un cojín entre las rodillas.
“La postura bocarriba suele dar problemas en la zona lumbar. Esto sucede porque no tenemos buena extensión de las caderas ni buena movilidad de la pelvis. Al estirar las piernas, provocas una anteversión pélvica (inclinación hacia delante) que desestabiliza algunos grupos musculares“, explica Álvarez.
En este caso, la solución para reequilibrar el cuerpo, es colocar una almohada en las corvas. “Si pones algo debajo de las rodillas, flexionas las caderas y relajas la zona lumbar“, precisa.
Por otra parte, ambos especialistas concuerdan en que es una mala idea dormir bocabajo. “Se da una rotación excesiva del cuello hacia uno de los lados”, advierte Álvarez.
Estiramientos y calentamientos
Otro importante consejo que entregan los especialistas, es realizar movimientos específicos antes de acostarse y al levantarse al día siguiente. Esto evitará la aparición de dolores.
“Por las mañanas, debemos dar movilidad a las articulaciones, realizar ejercicios específicos para preparar la musculatura“, opina Luna, ejemplificando posturas de yoga.
En el caso de la noche, Álvarez aconseja estirar todos esos músculos contraídos por la actividad del día y no solo las zonas que suelen doler. “A veces una dolencia refleja una alteración en otra parte. Debemos dedicar al menos 20 minutos a esto“, especifica.
No obstante, advierten que todos los ejercicios y estiramientos deben ser aconsejados por un profesional. Si a pesar de estas recomendaciones el dolor muscular se vuele más intenso y persiste, la única solución es acudir a un especialista.
