Una laguna con aguas de color turquesa se convirtió en un bello atractivo en Monte Neme (España), volviéndose un verdadero “imán” de influencers que llegan a bañarse en sus aguas. Sin embargo, este depósito de agua no tomó ese color de forma natural… y las consecuencias en la piel de sus visitantes lo prueban.

Tal como explicó Ramón Varela, portavoz de Salvemos Cabana (asociación por la protección del patrimonio natural y cultural de la zona), a Euronews el paisaje comenzó a ser promovido para el turismo del lugar de forma irresponsable.

“Es un paraje minero, devastado y sin restaurar, pero Galicia lo ha usado para promover el turismo en la región, como si fuera un paisaje idílico”, dijo y aseguró que el lugar presenta varios peligros, entre ellos el agua.

Varela aclaró que el agua no está apta para el baño puesto que sus colores son producto de una contaminación química, gracias a la mina de tungsteno en desuso que está aledaña.

La falta de información ha concluido en bañistas que han sufrido irritaciones a la piel. Tal como recogió el portal BoredPanda, algunos influencers que han llegado al sitio, en busca de una foto, se han sumergido sin antes consultar.

Es así como algunos han reportado reacciones alérgicas que se han extendido por dos semanas, explicó Varela. Al respecto, el médico Manuel Ferreiro, del Hospital Universitario de A Coruña, aseguró en entrevista con la radio Cadena Cope que las irritaciones pueden ser más graves, si el tiempo de permanencia en el agua es mayor.

“Si se bañan ahí de forma puntual, las consecuencias serían irritación de la piel, los ojos y la membrana ocular (…) Pero si se bañan de forma prolongada y beben algo de ese agua accidentalmente, sufrirían trastornos digestivos, vómitos y diarrea”, explicó.

Ante este riesgo que, según aseguró Varela, ya ha llevado a algunos jóvenes a la hospitalización, Salvemos Cavana está solicitando que el acceso al lugar sea restringido o -al menos- señalicen de forma clara los peligros de las aguas turquesas.