Aunque la probabilidad de ser impactado por un rayo es sumamente baja, el riesgo siempre está presente.
Prueba de ello es el caso de Tracey Kutuol de Scottish Borders, Reino Unido, quién en julio pasado utilizó su iPhone para grabar una tormenta eléctrica.
Todo transcurría dentro de lo normal, hasta que de pronto la mujer fue alcanzada por un rayo, el que impactó directamente en su móvil.
Afortunadamente la mujer sobrevivió, probablemente gracias a la funda del equipo, accesorio que había recibido sólo un par de horas antes tras comprarla por eBay.
Cabe señalar que cuando una persona recibe un rayo, el grado de afectación puede variar según la potencia de la descarga.
En ese sentido, el portal La Vanguardia sostiene que estas pueden ir desde simples marcas -provocadas por el tránsito de la energía a través de los vasos sanguíneos- hasta patologías más graves, como embolias o quemaduras.
No obstante, una de las consecuencias más llamativas en estos casos son las figuras de Lichtenberg, manchas rojizas en forma de helecho que pueden persistir por horas o días.
La investigadora Essie Fox compartió en sus redes sociales impactantes imágenes de estas marcas en el cuerpo de personas que fueron impactadas por un rayo. En las fotografías se puede ver la forma ramificada de estas manchas.
“Se trata de unas marcas temporales que aparecen y desaparecen muy rápidamente, motivo por el que la medicina no puede estudiar con mucho más detalle las causas de su aparición”, explicó José Manuel Collado, médico de la unidad de quemados del hospital barcelonés.
El experto agrega que las consecuencias de recibir un impacto de este tipo pueden llegar a ser graves.
En ese sentido, advirtió que “la corriente eléctrica destruye las células del cuerpo y, consecuentemente, éstas pierden su función”.
Cabe destacar que según el Centro para el Control y la Prevención de enfermedades de EEUU (CDC), la posibilidad de ser alcanzado por un rayo es de apenas 1 en 500.000.
