Tener un resfrío, gripe o un cuadro de influenza puede resultar algo bastante común. De hecho, tras diagnosticarlo, muchas veces se trata con medicamentos que son de libre adquisición y fácil consumo.

Incluso, muchas veces el padecimiento se lleva como algo ligero y no se toman los resguardos necesarios para poder eliminarlo.

El caso del estadounidense Kyler Baughman, de 21 años, es un clarísimo ejemplo.

Este tonificado joven, oriundo de Pensilvania -zona que está siendo afectada por una fuerte ola polar-, comenzó a sentir su cuerpo extraño el pasado 23 de diciembre. Falta de fuerzas, dolores de cabeza y malestar generalizado, eran algunos de sus síntomas.

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Su madre notó la enfermedad en Navidad, cuando llegó a casa descuidado y con signos de un fuerte resfrío.

Logró estar en la cena de Nochebuena y al otro día fue a trabajar. Ignoró su malestar durante todo el día y llegó a casa quejándose.

Así lo recuerda su novia, Olivia Marcanio, quien aseguró en el portal británico Daily Mail que Kyler volvió al hogar con un fuerte dolor en el pecho.

A partir de ese momento, su condición empeoró progresivamente, por lo que fue a parar a una sala de emergencias del país norteamericano.

Kyler junto a su novia | Facebook
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Tres días después de la reunión familiar, en una sala del hospital, el joven perdió la vida tras sufrir un shock séptico.

Se trata de una afección grave, causada por bacterias, hongos o virus, que puede producir una fuerte hipotensión arterial (baja de presión).

De acuerdo al sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, sus factores de riesgo incluyen enfermedades que causan inmunodeficiencia, diabetes, cirugías recientes, infecciones y el uso de esteroides, compuestos que, en muchos casos, se consumen para tener un cuerpo tonificado.

Tal como el de Kyler.