El alcalde de la comunidad indígena mexicana de San Pedro Huamelula, contrajo matrimonio con un caimán en el marco de una ceremonia ancestral. El curioso rito se realiza hace más de 230 años y consiste en que un hombre se case con un caimán hembra para conmemorar la unión de dos etnias que antes estaban en disputa.
El alcalde mexicano Víctor Hugo Sosa contrajo matrimonio con un caimán hembra en el marco de un rito tradicional para pedir prosperidad y abundancia.
Sosa es el líder de San Pedro Huamelula, una comunidad indígena chontal del istmo de Tehuantepec en el Estado de Oaxaca.
Según recoge France24, la reptil, llamada Alicia Adriana, asumió el papel de “la niña princesa” en una celebración ancestral que se practica desde hace más de 230 años. Se trata de una práctica que conmemora el día en que dos etnias de la región, los huaves y los chontales, se integraron gracias a una boda.
La tradición cuenta que los roces entre ambos pueblos se terminaron con el casamiento del rey chontal, hoy representado por el alcalde, y la niña princesa huave, comunidad asentada en la localidad de San Mateo del Mar, la que encarna el caimán hembra.
“Acepto la responsabilidad porque nos queremos, eso es lo importante, no puede haber un matrimonio si no se quieren. Nos queremos y acepto casarme con la niña princesa”, dijo Sosa durante la ceremonia.
Alcalde contrae matrimonio con caimán
La boda les permite “enlazarse con lo que es el emblema de la madre tierra. Todo pidiéndole al poderoso la lluvia, la germinación de la semilla, todas esas cosas que son la paz, la armonía del hombre chontal”, explica el cronista de San Pedro Huamelula, Jaime Zárate.
Antes de contraer nupcias, el caimán Alicia Adriana es paseada casa por casa para que los habitantes bailen con ella (ver video).
Para cumplir con una de las costumbres más arraigadas en el pueblo de San Pedro Huamelula #Oaxaca, el alcalde de la localidad, Víctor Hugo Sosa, aceptó casarse con una lagarta viva y la ceremonia fue este viernes.
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— Quadratín Oaxaca (@Quadratinoaxaca) July 1, 2023
Durante el paseo, el reptil viste una falda verde, un vestido tradicional de Yucatán (huipil) color negro y un tocado de cintas y lentejuelas de colores. También lleva su mandíbula amarrada, para evitar problemas.
Luego, se viste al caimán con un traje de novia blanco, porta adornos plateados y es trasladada al palacio municipal para casarse con el alcalde.
En esta ocasión, el pescador y habitante del pueblo, Joel Vásquez, lanzó su red y clamó su fe en que la boda abrirá “la buena pesca, para que en esta nación haya prosperidad, para que se encuentren las maneras de vivir en paz y se formulen equilibrios”.
Finalmente, el alcalde baila con su esposa al ritmo de la música tradicional del pueblo y la besa para sellar la unión entre “el rey” y “la niña princesa”.
