Susana Domínguez, de 24 años, denunció al Servicio Gallego de Salud por un mal diagnóstico de disforia de género, siendo esta la primera vez que ocurre un caso como este en España.

Cuando tenía 15 años, Susana Domínguez, oriunda de Galicia, España, fue diagnosticada por su psicólogo con “disforia de género” y tiempo después recibió una operación de cambio de sexo, de la cual actualmente está arrepentida y acusa un mal diagnóstico.

La joven, que ahora tiene 24 años, contó su historia a El Mundo, donde expone que recibió un mal diagnóstico, además de que su tratamiento de transición se llevó a cabo sin supervisión psiquiátrica.

Susana relata que, 6 años después de la operación donde le extirparon los senos y el útero, volvió a hablar con el psicólogo que le dio el diagnóstico e intentó explicarle que, años atrás, ambos habían llegado a una conclusión errónea.

Además, apunta que otros factores mentales en esa época la habrían incapacitado de ver las cosas con claridad, puesto que también tenía depresión y un trastorno esquizoide. Sumando incluso que, años más tarde, fue diagnosticada en el espectro autista, rasgos que su psicólogo anterior no logró identificar.

Un autodiagnóstico respaldado por profesionales de la salud mental

En conversación con el medio español, Susana comentó que cuando tenía 15 se habría autodiagnosticado a partir de artículos que leyó en internet y que aquella conclusión fue respaldada y más no cuestionada por los profesionales que atendieron.

Fue así que en 2020, cuando volvió a contactarlos, se desentendieron de la situación y acusaron manipulación de su parte. El psicólogo que dio el visto bueno a su tratamiento, le dijo: “Llorabas y me manipulaste. Me manipulaste llorando, pero yo ya sabía que el cambio de sexo no iba a hacerte sentir mejor“.

“No sólo eso. También fui a la primera psiquiatra, la que me remitió al psicólogo, dando por bueno que yo era trans. Ahora, años después, ella sólo dice: ‘Ay, pero si tú estabas muy segura, estabas muy segura’. Yo tenía 15 años. ¿Cómo me dejaron hacer eso? ¿Cómo podía estar segura de lo que quería?”, contó.

Por otra parte, también puntualiza en que al momento del diagnóstico no se revisó su historial familiar/genético, donde detalla que al menos 6 de sus parientes directos tienen problemas de salud mental. “Me arruinaron la vida”, asegura.

Susana Domínguez denunció al Servicio Gallego de Salud

“Y ahora, ¿qué hacemos? ¿Cómo se arregla esto?”, cuestionó su madre que la acompañó en la entrevista. Y es que Susana si bien, se encuentra tomando hormonas para volver -en lo posible- a su identidad original, nunca será la misma después de la operación.

Ahora, junto a su madre buscan la posibilidad de una indemnización por los daños irreparables, levantando una denuncia contra el Servicio Gallego de Salud.

Allí específicamente reclaman el mal diagnóstico de disforia de género y la ausencia de tratamiento psiquiátrico durante su transición de mujer a hombre.