Los trabajadores siguieron atendiendo llamadas por casi 3 horas mientras esperaban atención médica para su compañera de labores que había sufrido un infarto.

En un hecho que se mantiene en investigación se reveló que un grupo de operadores de Call Center en España trabajaron por más de 2 horas junto al cadáver de una compañera, luego de que esta sufriera un infarto.

La situación se dio en la sucursal ubicada en calle San Romualdo, en el distrito de San Blas, en Madrid. Allí, el martes recién pasado, una operadora del Call Center alzó su mano para pedir asistencia, pero no se trataba de una cuestión técnica, sino que de salud, así lo reveló El País.

Inma de 57 años, estaba sufriendo un infarto, por lo que momentos más tarde se desmayó perdiendo la consciencia. La telefonista llevaba más de 15 años en Konecta, la empresa de Call Center encargada de responder a dudas y consultas de clientes de una empresa eléctrica de España, y hasta el momento no se conocen las causas del infarto.

Las revisiones médicas realizadas por la empresa se enfocan en lo físico como problemas lumbares, de oído o garganta, pero no en la salud mental, por lo que no se sabe si pudo haber sido causado por estrés, aunque lo cierto es que el tipo de trabajo es uno de los que más causan tensión en sus empleados.

La cronología de errores en la muerte de Inma

El infarto de Inma ocurrió a eso de las 12:30 horas del día, sin embargo, el personal de emergencia llegó cerca de las 13:00 horas, pero ya nada se podía hacer por la mujer y fue declarada muerta media hora después de recibir los primeros auxilios.

Tras esto, el cuerpo fue custodiado por la policía a la espera de un juez, con el fin de hacer el levantamiento del cadáver, todo esto mientras sus demás compañeros continuaban trabajando en sus puestos.

Cerca de las 14:00 horas llegó un prevencionista de riesgos, quien se encontraba en otra sede de la empresa, y dio la orden de evacuar la oficina a todos los empleados. Sin embargo, a eso de las 15:10 horas, según detalla el medio español, aún estaban presentes cuatro empleados contestando teléfonos.

“Me encontré el cadáver ya cubierto. Jamás en mi vida había visto un cuerpo de esa manera”, dijo Miguel Ángel Salinas, delegado de prevención de riesgos laborales de CGT al menciona periódico. Acto seguido habló con una de las mujeres que seguía trabajando y le preguntó si se encontraba bien, a lo que respondió: “No, no. Acabo esto y me voy”.

En ese momento, ya habían pasado 2 horas y 40 minutos desde que Inma había fallecido.

El hecho actualmente se encuentra en investigación, sin embargo, los empleados de la empresa que atestiguaron el hecho aseguraron que Konecta en ningún momento los obligó a quedarse en sus lugares de trabajo, pero tampoco han explicado por qué decidieron mantenerse en ellos.