No cabe duda que las clases en línea son un desafío tanto para profesores como alumnos, quienes han tenido que acostumbrarse a esta modalidad debido a la crisis sanitaria.

En este contexto, una profesora chilena llamada Patricia Leyton se ha vuelto viral debido a que encontró la forma de solucionar el mayor dolor de cabeza que tienen docentes a diario: logró que sus alumnos prendieran sus cámaras en Zoom en apenas cinco segundos.

Todo partió cuando ella indicó: “Ahora voy a hacer algunas preguntas con nota a todos los niños que tengan la cámara apagada”.

Como era de esperarse, el 90% de la clase encendió rápidamente sus cámaras, para evitar ser interrogados por la profesora.

Sólo tres de ellos se mantuvieron en “negro”, por lo que Patricia indicó: “A esos tres les haré la pregunta. Primera pregunta para Maximiliano… Maximiliano, ¿estás?”. No obstante, el pequeño se desconectó.

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Tras eso, la profesional indicó entre risas que todo se había tratado de una broma. “Chicos, era broma, lo vi en Tiktok”, sostuvo entre risas.

Ante esto, la mayoría de los alumnos se puso a reír, uno de ellos incluso dijo al grupo: “Me siento timado”.

¿En primordial encender la cámara durante las clases en línea?

El encendido o apagado de las cámaras durante las clases ha sido un constante debate en el contexto de pandemia, el cual está presente tanto en estudiantes de Enseñanza Media como Universitarios.

En el último encuentro de Conversaciones Piensa Digital, de Claro empresas, Benjamín Sáenz, presidente del Centro de Alumnos de Derecho UC, señaló que efectivamente existe cierta tensión en torno a la presencialidad virtual.

“Hay algo en el mundo privado, en la casa, que no puede desatenderse tan fácilmente. Es una decisión válida y razonable no querer a veces mostrar el espacio propio. No se puede entrar a sancionar a esos estudiantes”, apuntó.

Por su parte, Julio Castro, rector de la Universidad Andrés Bello, explicó que limitar el contacto visual puede afectar al relacionamiento.



“Los estudiantes son libres de prender o no la cámara. En algunos casos se entiende que los estudiantes hasta apaguen la cámara para no perder su conectividad o estabilizar su conexión.
Sin embargo, para un profesor es importante atender los gestos o las formas de los alumnos para lograr un mejor diálogo”, comentó durante la misma instancia.

Renée Marlene Rivero, vicedecana de Derecho de la Universidad de Chile, comentó lo complejo que es el tema desde el punto de vista de los académicos.

“Es algo que en un inicio generó mucho ruido. Para un profesor que está dando una clase no es cómodo ver ochenta imágenes en negro, sobre todo cuando los académicos sí están obligados a mostrar su espacio. El hecho de no verse puede impactar negativamente la interacción. Con el tiempo, ya nos hemos ido acostumbrando a la situación y evidentemente no hay ninguna intención de obligar a nadie a mostrarse”, dijo.

“Hay situaciones más difíciles, como los exámenes de grado, porque los alumnos están nerviosos y a eso se suma que puede cruzarse alguien”, agregó.

En un momento complejo tanto para alumnos como docentes, hay consenso en que la flexibilidad es clave para lograr buenos resultados y mantener un vínculo. En ese sentido, la recomendación es prender las cámaras y generar cercanía cada vez que sea posible y mientras eso no implique un estrés adicional para los estudiantes, sobre todo cuando no cuentan con las condiciones o espacios adecuados.

“Más allá de las distintas posturas y conclusiones, es importante generar espacios de diálogo que permitan exponer argumentos y puntos de vista para llevar adelante un proceso que ha sido difícil. A pesar de que la tecnología nos ha permitido dar continuidad a nuestras actividades, el proceso de adaptación a nuevas herramientas puede ser paulatino y con un acompañamiento para enfrentar sus desafíos”, comenta sobre este debate Francisco Guzmán, director de Claro empresas.