A casi un año y medio de la pandemia en nuestro país, aún hay personas que se rehúsan al uso de mascarillas y mantener los protocolos sanitarios.

No obstante, con la llegada de la Variante Delta a Chile las medidas para prevenir los contagios han aumentado y los expertos enfatizan en la importancia del uso de mascarillas con altos porcentajes de protección.

En una columna publicada en The Conversation y compartida por BBC Mundo, el microbiólogo Sergi Maicas Prieto y la psicóloga Esperanza Navarro-Pardo, describen por qué algunas personas continúan dudando de la existencia del coronavirus y las incidencias de la pandemia.

Salud con Lupa | Sitio web

Para los profesionales una posible opción radica en las consecuencias psicológicas que ha significado este virus, donde existe un nivel de saturación por parte de las personas ante las negativas repercusiones cotidianas.

“Este virus ni se ha extinguido ni el nivel de vacunación al que ha llegado la humanidad es suficiente como para darlo por vencido. Dada la cantidad de información que poseemos, ¿es posible que el nivel de saturación condicione a nuestro cerebro y eludamos las normas básicas de conducta para evitar enfermar?”.

El cuestionamiento viene directamente de las dudas de si las cuarentenas, toques de queda, protocolos sanitarios extremos, realmente ayudarán a mantener a raya al covid-19.

“Pero ya es difícil encontrar a alguien que no haya visto las terribles consecuencias de enfermar por covid-19. Ni el negacionista más acérrimo puede negar las muertes y graves secuelas del coronavirus“, señalan los expertos.

Si bien las vacunas ayudan a prevenir las graves consecuencias de los contagios, aún no existen pruebas de que eliminen los niveles de transmisión, razón por la cual los cuidados y sobre todo el uso de mascarillas de ha vuelto tan importante.

Marcha antivacunas en España | Agence France-Presse

Beatriz Mothe, infectóloga española, señala al sitio de salud Sinc que “los virus necesitan un huésped como los humanos para replicarse y sobrevivir. Por lo tanto, su lógica evolutiva no es la de matar al huésped, sino la de continuar infectando para reproducirse en él”.

Negación, una forma de autodefensa

Como mencionamos anteriormente, el no creer en la pandemia tiene un origen en la psicología de las personas. La negación, funciona como un método de autodefensa “que te da tiempo para adaptarte a situaciones inquietantes, pero quedarte en una actitud negadora puede interferir en el tratamiento o tu capacidad para afrontar los desafíos”, según explican desde Clínica Mayo.

Este estado de negación es una forma de protección al aceptar la verdad de algo que está afectando su vida.

El hecho de no aceptar la efectividad de las vacunas, también es una forma de no enfrentar que la pandemia realmente está ocurriendo.

Según los especialistas, se desconoce el origen o los argumentos en los que está basado el movimiento antivacuna, pero sí se tiene claro que está fundado en los efectos secundarios negativos que pueden tener.

De hecho, en 2019 la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), situó este movimiento antivacuna como una de las mayores amenazas para la salud a nivel mundial, debido a la desinformación que generan.

No obstante, Sergi Maicas Prieto y Esperanza Navarro-Pardo, sostienen en su columna que el negacionismo frente a la pandemia se da por un error de conceptos asociados al coronavirus.

“En otras palabras, si creemos una cosa y aparece en un medio de comunicación una noticia que parece verificar esa idea, ya no necesitamos más. Eso era lo que nos hacía falta para afianzar nuestro pensamiento, ya fuera correcto o no”, señalan.

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Además, agregan que “otro sesgo común relacionado con el anterior es la realización de observaciones sesgadas (sesgo de selección de información), prestando atención solo a los datos que confirman nuestras hipótesis de partida, y obviando en nuestro análisis aquella información que no concuerda con nuestra idea inicial”.

No obstante, los profesionales enfatizan que ante este sesgo de opiniones, se debe tener mucha prudencia al tratar temas relacionados con el coronavirus. “Las noticias persistentes en los medios de comunicación, los sacrificios sostenidos durante tantos meses y las ganas de volver a la normalidad, que nos inducen a pensar que la pandemia se ha acabado y todo vale, nos olvidamos de que somos seres de racionalidad limitada”.

Por esta razón, los especialistas llaman a usar esa capacidad de racionalidad y evaluar si salir a un lugar muy concurrido es seguro para sus familias, sobre todo si aún hay integrantes que no están vacunados.