Fue en marzo pasado cuando los medios estadounidenses dieron cuenta del caso de Jerome Kunkel (16), un adolescente estadounidense que se negó a vacunar contra la varicela en su colegio, en el cual existía un brote de la enfermedad. Sus motivos fueron netamente morales.

Debido a esta determinación personal, el establecimiento de Kentucky negó a él la posibilidad de ingresar a las instalaciones en el periodo de mayor contagio, debido a su determinación previa. La situación impidió al joven ser parte de su equipo de básquetbol, que enfrentó una serie de partidos aquella semana.

Meses más tarde, el diario estadounidense Washington Post confirmó que Kunkel presentó una demanda contra el colegio por haberle impedido jugar su deporte preferido. Pero los últimos días su abogado, Christopher Wiest, indicó que el muchacho se enfermó precisamente de varicela.

De acuerdo a lo informado por Wiest, su cliente comenzó a mostrar síntomas de la enfermedad el viernes de la semana pasada, por lo que están a la espera que se recupere para que pueda volver a clases.

Jerome Kunkel | CNN
Jerome Kunkel | CNN

Por su parte, el establecimiento emitió un comunicado, en el cual expresa que Jerome podrá reintegrarse a las actividades solamente cuando demuestre que los síntomas de la enfermedad ya no existen.

La acción judicial del joven explicita que la decisión del colegio, y del Departamento de Salud de Kentucky, hicieron que se ausentara de un campeonato de básquetbol que estaba esperando jugar hace más de un año.

“El hecho de que no pueda terminar mi último año de baloncesto es bastante devastador. Me refiero a que pasas cuatro años jugando baloncesto en la escuela secundaria, pero siempre esperas tu último año con emoción”, indicó el chico en un comunicado.

Por otro lado, el abogado dejó entrever que la medida tomada por los entes públicos no detuvo los contagios en la zona norte de Kentucky.

Jerome Kunkel y su padre | CNN
Jerome Kunkel y su padre | CNN

“Su prohibición no impidió que algunos de los niños se enfermaran. No fueron eficientes, desde el principio. La forma más rápida de regresar a la escuela era hacerlo de manera natural”, comentó.

Según detalló CNN el padre del muchacho, Bill Kunkel, es ferviente participante de la iglesia protestante en Kentucky (no detallan cuál) y se opone a la inoculación debido a temas netamente morales.

En conversación con el citado medio, el hombre indicó que no apoyaba las vacunas debido a que “venían de fetos abortados”.

Desde el departamento de salud respondieron a esta frase, restando validez al testimonio del hombre.

“Son personas de fe profunda y fuertes creencias religiosas. Lo malo es que en ningún momento se arrepienten de no haberse vacunado”, detallon en un comunicado.

A lo que añadieron: “Siempre han creído que su causa es la correcta. Pero nunca se informan de lo que hizo el departamento de salud”.

¿Cómo se manifiesta la Varicela?

De acuerdo a la Clínica Alemana, la peste cristal (como se conoce a la varicela en Chile) en los niños no pasa de ser una molestia por “la fiebre, picazón y las ampollas en la piel que luego se transforman en costras, cuadro que dura en promedio de siete a diez días sin necesitar un tratamiento específico en la mayoría de los casos”.

Sin embargo, en los adultos o en mujeres embarazadas “la situación puede transformarse en un problema mayor”.

La doctora María Alejandra Marcotti, infectóloga de la Clínica Alemana, explicó que en adultos la peste cristal suele manifestarse de forma más intensa y duradera, “con mayor riesgo de complicaciones, en especial cuando se trata de personas con problemas inmunológicos y embarazadas”.

Es importante señalar que las vacunas son respaldadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en dónde indican que son seguras.

“Todas las vacunas aprobadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas regularmente una vez comercializadas”, detalla la OMS.

“Los científicos también siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que una vacuna pueda tener efectos adversos. La mayoría de las reacciones a las vacunas son leves y temporales, tales como el dolor en el lugar de inyección o la febrícula. Los raros efectos colaterales graves notificados son investigados inmediatamente”, añade.