Una escuela de Estados Unidos enfrenta el peor brote de varicela, conocida también como peste cristal, de los últimos 20 años. Se trata del colegio Asheville Waldorf, ubicado en el estado de Carolina del Norte.
Aún cuando en el establecimiento la vacuna para la varicela está incluida en el plan de vacunación para los estudiantes, los padres tienen la posibilidad de negarse a inmunizar a sus niños.
Tal como recoge La Tercera, para esto los adultos pueden apelar a “motivos religiosos” así como también a “razones no médicas”.
Esto último ha sido ampliamente rechazado por la comunidad médica, en dónde sostienen que muchos padres optan por no inmunizar a sus hijos debido a “temores infundados”.
Pese a los esfuerzos de los expertos de la salud para que los padres vacunen a sus hijos, en algunos lugares la tasa de niños que no son vacunados es preocupantemente alta.
Según menciona un artículo del periódico norteamericano The Washington Post, el Asheville Waldorf tiene uno de los índices más altos de no vacunación en todo el estado.
A través de un comunicado, el establecimiento precisó que cumplen con los “requerimientos de inmunización que dicta el plantel de educación del estado”.
No obstante, también agregan que al mismo tiempo respetan “la decisión de los padres de vacunar a sus hijos antes de que entren al colegio”.
Cabe señalar que durante el año escolar 2017-2018, 110 de los 152 estudiantes del colegio no han sido vacunados, aún cuando la vacuna -cuya efectividad es del 90%- se encuentra disponible desde 1995.
La situación es incluso aún más grave en otras dos escuelas de la zona, las que en el mismo periodo tuvieron cerca de un 100% de niños no vacunados debido a motivos religiosos.
Esto ha generado que el número de niños contagiados con varicela se haya incrementado preocupantemente en el último tiempo.
Si hasta hace algunos meses los niños con la peste cristal llegaban a una docena, a inicios de noviembre la cifra aumentó a 28. Actualmente son 36 los niños contagiados, en lo que se ha convertido el peor brote de varicela en la zona desde 1995.
De acuerdo a la Clínica Alemana, la peste cristal en los niños no pasa de ser una molestia por “la fiebre, picazón y las ampollas en la piel que luego se transforman en costras, cuadro que dura en promedio de siete a diez días sin necesitar un tratamiento específico en la mayoría de los casos”.
Sin embargo, en los adultos o en mujeres embarazadas “la situación puede transformarse en un problema mayor”.
La doctora María Alejandra Marcotti, infectóloga de la Clínica Alemana, explicó que en adultos la peste cristal suele manifestarse de forma más intensa y duradera, “con mayor riesgo de complicaciones, en especial cuando se trata de personas con problemas inmunológicos y embarazadas”.
Es importante señalar que las vacunas son respaldadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en dónde indican que son seguras.
“Todas las vacunas aprobadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas regularmente una vez comercializadas”, detalla la OMS.
“Los científicos también siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que una vacuna pueda tener efectos adversos. La mayoría de las reacciones a las vacunas son leves y temporales, tales como el dolor en el lugar de inyección o la febrícula. Los raros efectos colaterales graves notificados son investigados inmediatamente”, añade.
