Este miércoles The Clinic compartió un reportaje en el que se expone el nivel de ciberbullying que atormentó a Katy Winter durante sus últimos meses de vida. Uno de los términos más empleados por los menores entrevistados fue slut shaming, que hace referencia a una antigua práctica de acoso cibernético.

En palabras de una joven identificada como “M” en el artículo, exalumna del colegio Nido de Águila, que fue víctima de esta práctica hasta el punto de no asistir a clases y requerir tratamiento psicológico, el slut shaming “es cuando a las mujeres las tratan de putas por Internet” y se crea una reputación errónea, la que algunas personas utilizan para insultar y acosar. “Yo muchas veces quedaba destruida porque siempre había rumores de que me había acostado con tal persona”, ejemplifica.

En efecto, la psicóloga Sharon Lamb, autora de libro La sexualidad ‘correcta’ para las niñas explica que el slut shaming es un término usado para culpablizar a una mujer por tener comportamientos sexuales o expresar deseos sexuales que son contrarios a los establecidos por los estándares de la religión o el tradicionalismo, sean reales o no.

Dentro de los ejemplos detallados por Lamb, están aquellas que son llamadas de prostitutas por tener relaciones sexuales sin estar casadas, ocupar métodos anticonceptivos, tener más de una pareja e incluso mujeres víctimas de violación.

No obstante, el término “puta” o “prostituta” están muy lejos de considerar los aspectos anteriores en su definición. Según la Real Academia de la lengua Española, define como algo tan concreto como: “persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero”.

Un amigo israelita de Katy, dijo al medio que algunas personas la trataban de “puta” o “perra” y que algunos de sus compañeros masificaban rumores sobre ella. En especial en una página llamada “Millard Forso”, que en realidad era un sitio en el que alumnos solían hablar mal de mujeres de establecimiento. “La Katy es una perra”, leyó en ese sitio Emanuel Pacheco, padre de la menor, antes que alumnos lo eliminaran.

Considerando la facilidad con la que Internet llega a un número indefinido de personas, Pacheco expresa que “la identidad virtual (de Katy) fue totalmente destruida” y este acoso sería un importante factor a la hora de impulsar su determinación de suicidio.

En esta línea, un estudio realizado por la Asociación Americana de Mujeres Universitarias, esta práctica es la forma más común de acoso sexual enfrentada por estudiantes adolescentes en el mundo.