Fue en 2011 cuando Eugenia Cooney creó su canal de YouTube. Siendo sólo una adolescente, no tardó en llamar la atención de miles de internautas que se cautivaron con su estética de vestuario y maquillaje, además de su dedicación y amabilidad -que mantiene hasta hoy- al contestar cada uno de los elogios y cariños que le dedicaban sus seguidores.

Ya han pasado siete años desde entonces y la joven, de ahora 24 años, es una de las personalidades de redes sociales más conocidas en la Internet. No obstante, no son sólo sus tutoriales de maquillaje, exhibiciones de vestuario, challenges con su familia, diarias fotos de Instagram y simpatía, los únicos aspectos que llaman la atención de sus cerca de 1 millón y medio de followers, sino que también lo es su constante pérdida de peso.

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De delgada a más delgada…

Cooney comenzó a grabar videos para YouTube cuando vivía junto a sus padres y hermano en Connecticut (Estados Unidos). Tal como se exhibe en sus primeros videos, la youtuber ya lucía una contextura delgada cuando logró popularizarse en las plataformas sociales, hace algunos años. Sin embargo, en esa época los usuarios no reparaban en su masa corporal puesto que era considerada “saludable” o, simplemente, no generaba cuestionamientos.

Pero a mediados de 2014, los cibernautas empezaron a notar una progresiva y gradual pérdida de peso de Eugenia debido a unas fotos que ella misma compartió de su pasado. Esto despertó las primeras alertas y mensajes de preocupación, que fueron creciendo exponencialmente con el tiempo. “Come, por favor”, “Ve a un médico”, “Necesitas ayuda”, son los típicos comentarios que arrasan en las redes de la joven, quien inicialmente se fue a vivir sola a Nueva York, pero luego su madre se mudó con ella.

Eugenia en 2010
Eugenia en 2010

A pesar de la insistencia, la influencer omitió referirse al tema, generando aún más cuestionamientos. Hasta 2016, cuando una internauta llamada Lynn Cloud creó una petición en Change.org para eliminar las redes sociales de Eugenia, por “promover la anorexia”.

“Eugenia está dando un ejemplo pésimo a sus suscriptores, a sus fans y a sus amigos (…) tiene un serio problema de salud y necesita que la ayuden. Sus videos y fotos perjudican a las chicas con anorexia o cualquier otro trastorno de alimentación”, dijo Cloud, quien acumuló más de 10 mil firmas e inspiró a otros usuarios a crear más campañas contra la joven.

Esto obligó a la youtuber a referirse al tema por primera vez en un video titulado “Lo siento”, tras ser acusada de pesar 27 kilos. “La gente dice muchas cosas sobre mí, les gusta hablar de que estoy demasiado flaca, opinar sobre mi cuerpo, ni siquiera entiendo bien por qué les gusta hablar de eso. Soy naturalmente así, es todo”, afirmó y aseguró que se encuentra sana.

“Pido disculpas a quienes están molestos conmigo, realmente no estoy tratando de hacer nada malo. Nunca he tratado de influir negativamente en nadie y nunca he alentado a la gente a que se parezca a mí o a nadie”, expresó en el registro. “Quisiera que la gente fuera menos odiosa y más positiva”, agregó.

“Algunas personas han titulado videos con cosas muy dramáticas, como ‘Eugenia Cooney murió’ o ‘Eugenia Cooney podría morir pronto’, pero no se preocupen chicos; no estoy muerta ni voy a morir en este momento. No se preocupen, estoy viva y bien. Toda la situación ha sido realmente molesta”, enfatizó.

Las campañas -que persisten- no lograron eliminar la cuenta de Eugenia. Ni siquiera volvió a referirse a ello. Sin embargo, ¿está Eugenia enferma?

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Distorsión de la realidad

En primer lugar, es importante entender qué es la anorexia nerviosa. Según el sitio la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus, ésta es un trastorno alimentario que ocasiona pérdida de peso que no es saludable y que se caracteriza por el miedo intenso a aumentar de peso, incluso cuando el afectado presenta un bajo índice de masa corporal. Si bien se desconocen las causas exactas, se estima que la promoción de cuerpos muy delgados son los mayores culpables, como también lo pueden ser los genes y hormonas, en menor caso.

“La dificultad más grande de un paciente con anorexia es reconocer que la padece”, aseveró, en primer lugar, el psicólogo Jaime Silva Concha, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo e investigador asociado del Instituto Milenio para la Investigación de la Depresión (MIDAP). “Esta enfermedad incluye como uno de sus aspectos relevantes la distorsión de la imagen corporal, lo que implica una percepción irreal del cuerpo”, agregó.

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Respecto al primer punto, el profesional detalló que “un paciente con anorexia tiene una dificultad acentuada en reconocer su problema como tal ya que se sienten contentos y orgullosos cuando alcanzan bajos números en sus pesas”. Incluso, las opiniones de su entorno respecto a la enfermedad podrían no influir en lo más mínimo.

En el caso de Eugenia, ella recibe cientos de comentarios relacionados con su cuerpo. “Estás enferma”, es el más frecuente. No obstante, el psicólogo indicó que las críticas y este tipo de comentarios sólo la hacen sentir más segura.

“Es muy probable que las críticas que esta chica recibe no le afectan en el sentido de valorar negativamente su restricción alimentaria, si no que al contrario, ella encuentra en la oposición a esas críticas una vía para sentir mayor control sobre sí misma y su autoestima. Puede tener el efecto paradójico de fomentar la anorexia en ella”, explicó.

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Teniendo en cuenta lo anterior: la actitud psicológica, aspecto físico y reacciones de la joven, Silva afirmó que considera que efectivamente Cooney está enferma. “Sin desconocer que la realización de un diagnóstico clínico requiere de un examen médico y psicológico, es posible que la señorita Cooney padezca de anorexia nerviosa”, opinó el experto.

Influencia en jóvenes

Por otra parte, también existe un considerable número de seguidores, mayoritariamente entre 12 y 19 años, que elogia a Cooney por su apariencia. Es más, Eugenia suele seleccionar algunos de estos comentarios y agradecerlos públicamente en sus Stories, como también en sus comentarios de Instagram y YouTube. “Te amo”, “Eres muy linda”, “Cásate conmigo”, comenta esa parte de sus fans.

Captura Stories de Eugenia Cooney
Captura Stories de Eugenia Cooney

“En personas vulnerables (la imagen de Eugenia) puede favorecer los trastornos de la conducta alimentaria en general, no sólo la anorexia. También la bulimia y el trastorno por atracón”, señaló el psicólogo, respecto a sus seguidores. “Por este motivo han existido campañas para disminuir la presencia de personas bajo peso en la moda y otros contextos publicitarios”, añadió.

A quienes aspiran a lucir como ella, el profesional fue enfático en decir que la anorexia nerviosa es mortal: tanto ella como quienes la imitan pueden morir. “Esta enfermedad implica severos riesgos en la salud de una persona, en el corto y largo plazo. Desde el punto de vista psicológico puede acompañarse de otros trastornos graves como el trastorno depresivo mayor y con el aislamiento social en general”, advirtió.

¿Cómo ayudar a Eugenia?

Silva explicó que el tratamiento es largo y tortuoso: “Debido a la cantidad de dimensiones afectadas en un paciente de este tipo, se requiere un abordaje multidisciplinario. Esto considera complejidades económicas y estratégicas que hacen muy difícil el tratamiento”.

En primer lugar, el psicólogo apuntó al entorno social de la joven, destacando la importancia de involucrar a su familia para comenzar a ayudarla. “Antes que pensar en el paciente como un agente individual desconectado de su contexto social familiar uno debe observar esa red de relaciones para comprender la dinámica y la lógica afectiva del trastorno”, detalló.

Considerando lo dicho anteriormente, sus seguidores no podrían ayudarla.

Eugenia y su mamá
Eugenia y su mamá

Finalmente, el psicólogo aconsejó a todas las personas que quieren adelgazar, o se sienten obsesionadas con su peso, a acudir a expertos que puedan guiarlas y ayudarlas. “El consejo en estos casos es buscar ayuda profesional, nutricionista, médico y psicólogo para evaluar la correcta consecución de metas relacionadas al peso”, señaló.

Y finalmente destacó: “Existen caminos armónicos y saludables para alcanzar un peso normal, pero deben ser siempre acompañados y supervisados por ayuda calificada”.