"No había tradición navideña en Japón, por lo que KFC entró y dijo, esto es lo que debes hacer en Navidad", agregó.

La cena navideña generalmente se empieza a planificar con anticipación, para hacer el listado de ingredientes y el día 24 de diciembre es normal que tome unas cuantas horas la preparación. Sin embargo, datos de la BBC arrojan que en Japón la mayoría de las personas solo piden un menú del KFC (Kentucky Fried Chicken).

Esto se debe a que alrededor del 1% de la población no es cristiana en el país asiático, consigna un estudio de la Agencia de Asuntos Culturales, y hay que recordar que la Navidad, es una fecha religiosa que celebra el nacimiento de Jesús, por lo que no viven la festividad del mismo modo.

De hecho Ando, un hombre de 40 años en Tokio, comenta a la BBC que “mis hijos, piensan que es natural”.

¿Cuándo empezó la tradición de KFC?

Esto inició 1970, cuando el primer gerente de Kentucky Fried Chicken en el país, Takeshi Okawara, después de la inauguración del restaurante, despertó a medianoche y anotó una idea que soñó. En este caso fue un “The Party Barrel for Christmas”, un balde de pollo para vender en Navidad.

Esto tenía un motivo previo, ya que escuchó a un par de extranjeros en su restaurante hablar sobre cómo extrañaban comer pavo en Navidad y Okawara esperaba que el pollo frito pudiera reemplazar el pavo.

Por esto empezó a comercializar el “The Party Barrel for Christmas”, como una opción para comer en la cena navideña.

En 1974 llevó el plan de marketing a nivel nacional y se convirtió casi de inmediato en un fenómeno en el país, detalla Joonas Rokka, profesor asociado de marketing en Emlyon Business School en Francia, que ha estudiado la Navidad de KFC en Japón como una campaña de promoción modelo.

“Llenó un vacío”, explicó Rokka. “No había tradición navideña en Japón, por lo que KFC entró y dijo, esto es lo que debes hacer en Navidad”, agregó.

Actualmente, ya es parte de la festividad japonesa y de hecho en el Instagram del restaurante se puede encontrar el siguiente post:

Y en su descripción se lee: “¿Se puede medir la alegría navideña? Y una vez medido, ¿se puede comer? Absolutamente, la alegría se mide en baldes navideños llenos de delicioso pollo frito”.

Otra curiosidad es que también es normal que muchas personas en Japón traten la Navidad como una fiesta romántica similar al Día de San Valentín, por lo que las parejas celebran la ocasión con una cena en restaurantes exclusivos.