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Con el fin de prevenir casos similares, días atrás una mujer estadounidense relató un controvertido caso de infección por la denominada Bacteria Comecarne, la cual ingresó a su organismo producto de un corte que tuvo con una hoja de papel. Por fortuna, logró evitar la amputación de su brazo.

Quien fue afectada por esta bacteria fue Heather Harbottle (49), quien en 2017 tuvo un corte con una hoja de papel, que había estado tirada en el suelo, mientras realizaba un cambio de domicilio.

En entrevista con Daily Mail, la mujer indicó que al día siguiente se despertó con un fuerte dolor en la mano, producto de una herida que estaba en la misma zona donde se había cortado. “Tenía el meñique hinchado y la hinchazón empezó a propagarse hasta la axila”, indicó.

Al día siguiente, relata Harbottle, comenzó a sentir fiebre y dolor al realizar cualquier movimiento con su brazo. Debido a esto fue hospitalizada en la ciudad de Honolulu (Estados Unidos).

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En ese momento, los médicos le indicaron que había sufrido una fascitis necrociante, que se conoce como una infección rápidamente progresiva de la piel y de los tejidos blandos, asociada a destrucción y necrosis de la fascia (tejido subcutáneo) y de la grasa.

En ese momento le recomendaron un complejo tratamiento, con el objetivo de evitar que fuera amputada de parte de su mano y se propagara la necrosis (tejido muerto).

De esta forma, Heather Harbottle se sometió a una biopsia y comenzó a ingerir numerosos antibióticos para detener la infección. A eso se sumaba que cada tres días debía extirparse el tejido dañado de su brazo.

Si bien su estado mejoraba, luego de un mes tuvo otro problema, ya que cuando los doctores se alistaban para practicarle un injerto de piel, el abceso principal comenzó nuevamente a propagarse debido a una sepsis.

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Así, fue trasladada por aire hasta otro hospital para que le operaran el antebrazo y dedo anular. Este procedimiento evitó que le amputaran esta última parte del cuerpo.

‘En este punto todo se puso negro. Estaba en una situación grave y lejos de estar ‘fuera de peligro’. Ser fuerte era la única opción. Pero emocional y mentalmente sufrí mucho”, sostuvo.

Finalmente el nuevo retiro de tejido fue exitoso y Harbottle pasó a la siguiente etapa en marzo de 2018. Éste consistió en realizar un injerto de piel con un trozo que le tomaron de la zona de la ingle.

Tras eso vino, tal vez, la parte más dura del proceso, ya que Heather comenzó la rehabilitación para recuperar la movilidad de su mano, ya que muchos tendones fueron afectados por la fascitis necrociante.

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Este fue bastante extenso, ya que la mujer fue dada completamente de alta en diciembre de 2019, habiendo recuperado la capacidad física de su mano por completo.

“Ahora puedo mirar atrás y decir que esto se acabó. Soy verdaderamente afortunada y bendecida por estar aquí”, sostuvo.

Cabe señalar, de acuerdo a la enciclopedia MedlinePlus, que esta enfermedad se produce por la bacteria estreptococos del grupo A. Las causas pueden ser una herida menor, una raspadura, la picadura de un insecto, una quemadura, una herida quirúrgica o un pinchazo. Los casos ocurren en 1 persona por cada 100.000 en el mundo.

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