Cuando hablamos sobre la ideología Nazi es inevitable recordar figuras polémicas como Hitler, Himmler, Goebbels o Goering, quienes fueron ideólogos de crímenes contra la humanidad. No obstante, existe una personalidad cuya existencia suele ser más desconocida, aunque sus crímenes fueron igualmente despiadados: Reinhard Heydrich.
De acuerdo a la Enciclopedia Británica, Heydrich era de esas personas que contaban con varios aspectos que configuraban el “ideal alemán”. Físicamente era rubio, medía 1,88 metros, tenía los ojos azules y una presencia imponente.
A eso se le agregaba una educación bastante selecta, ya que sus padres músicos le inculcaron el valor de las artes desde muy pequeño. Debido a esto sorprendía por ser un gran violinista desde joven.
Reinhard nació en 1904 en la ciudad alemana de Halle. Sus padres fueron un excepcional cantante de la ópera de la zona llamado Richard Bruno Heydrich y su mamá era Elisabeth Anna Maria Amalia Kran, una gran pianista.
Junto con sus dotes de artista, Heydrich también era un gran deportista y tenía un estado físico ejemplar. Aquellas cualidades hicieron que desde muy temprano sintiera interés por una carrera militar, situación que iba en contra de los postulados de su familia.
Cuando estalló la gran guerra en Europa (1914), este hombre tenía apenas 10 años. En esa época ya crecía en él un profundo sentimiento de amor extremo hacia Alemania, que se vio exacerbado en una especie de “obsesión germánica” con el fin del combate armado.
Su primer acercamiento con la “milicia” ocurrió cuando en 1919 se unió a las Freikorps Märker, unas tropas de veteranos de guerra alemanes que luchaban contra levantamientos armados comunistas en ciudades como Munich o Berlín.
Finalmente, con el paso del tiempo, Heydrich decepcionó a su familia, quienes esperaban que se convirtiera en músico, y se unió a la Marina de Guerra de la República Alemana.
Años más tarde conoció a una joven llamada Lina von Osten, quien sería el amor de su vida. Esa situación generó disgusto entre las grandes esferas de la institución, debido a que el Almirante Erich Raeder pensaba comprometerlo con su hija.
Al cabo de unos meses, en 1931, el hombre fue desvinculado de la institución por supuesta “conducta impropia de un oficial y un caballero”. Pese a esto, insistió en su relación con Von Osten, con quien tuvo cuatro hijos.
Su ingreso al Nacional Socialismo
Apoyado en un fuerte sentimiento germánico, Heydrich supo que aquel partido necesitaba personas para unirse a las SS (policía secreta de Hitler), por lo que asistió a una entrevista privada con Heinrich Himmler, uno de los jerarcas de más alto nivel.
En ese entonces, según detalla el diario español El País, Himmler quedó impresionado con la personalidad del hombre, por lo que lo nombró Sturmbannführer (mayor de las SS), iniciando una rápida carrera como jefe de espías del estado alemán.
Esto lo llevó a generar un odio extremo hacia judíos, comunistas, gitanos y en general personas que no representaran el ideal alemán de la época.
El primer gran movimiento de Heydrich fue en el atentado que terminó con el incendio del Reichstag en 1933. En ese entonces, el hombre fue el encargado de culpar del hecho al comunista holandés Marinus van der Lubbe, quien fue condenado a muerte.
Meses más tarde fue nombrado como Jefe de la Policía de Baviera y fue la cabeza de la caída del general Ernst Röhm, jefe de las SA (Escuadras de Asalto).
En ese entonces, Reinhard estuvo a cargo de crear pruebas que dejaban a Röhm como un receptor de dinero desde Francia para encabezar un golpe de estado contra la República de Weimar. A eso sumaron la homosexualidad del militar como prueba para inculparlo ante Hitler. El resultado fue su ejecución en 1934.
Con las SA liquidadas, las SS adquirieron aún mayor importancia para el incipiente régimen Nazi. Heydrich fue nombrado como Jefe de la Policía del Reich y Jefe de la Gestapo. Fue esa su época de mayor esplendor.
Fue en esos años que el sujeto sacó a relucir toda su sangre fría y poca compasión, ya que lideró la caza de líderes que estuvieran contra el actual gobierno, comunistas, judíos y espías que vinieran de Francia o Inglaterra.
Por esos años, ya era uno de los hombres de confianza de Hitler, quien le conocía por un apodo bastante cautivador: “El hombre con el corazón de hierro”.
Todas estas acciones hicieron que el jefe de la policía generara una especie de envidia de parte de otros jerarcas y su propio jefe Himmler, quienes veían como su figura iba ganando en importancia y veían como cada vez estaba más cerca de Hitler.
Uno de sus golpes más importantes llegó el 31 de agosto de 1939, cuando llevó a cabo la Operación Reichsführer SS. Esta consistió en vestir un par de soldados con vestimentas y consignas polacas para quemar la radio de la localidad fronteriza de Gleiwitz. En ese momento dejaron una serie de consignas contra Alemania.
Ese hecho en particular fue usado por Alemania para justificar la invasión que realizaron un día después en Polonia. Comenzaba así la Segunda Guerra Mundial.
Heydrich en la segunda guerra
Según detalla el diario inglés The Guardian, convertido ya en general Heydrich tenía una necesidad casi psicopática por recibir más condecoraciones de parte de Hitler, por lo que encabezó los bombardeos aéreos que realizó Alemania contra Noruega y Dinamarca en el inicio del combate.
Por esos años, junto a Himmler (quien le tenía una envidia desenfrenada) fueron los ideólogos de la denominada “Solución Final”, la cual consistió en el genocidio sistemático de judíos en toda Europa, mediante su internación en campos de concentración.
No obstante, en 1941 los constantes alzamientos de la población de la zona de Bohemia y Moravia (ex Checoslovaquia), hicieron que Hitler sustituyera a Konstantin von Neurath y en su reemplazo asumiera Heydrich como gobernador.
Su misión, en palabras simples, era lograr la pacificación del protectorado alemán y evitar que se produjeran más revueltas con oficiales y soldados alemanes.
Su sello quedó demostrado de inmediato, ya que unas semanas más tarde ordenó el fusilamiento de 550 checos considerados como disidentes. La orden era, en ese entonces, llamar a la población a la calma y mantenerla amenazada.
No obstante sus labores no quedaban allí, ya que Heydrich también colaboró con la invasión que llevaba a cabo Alemania hacia la URSS. Su misión era crear una milicia que avanzara junto al ejército e ingresara a pueblos y ciudades para exterminar ciudadanos considerados como peligrosos.
Aquel grupo se denominada Einsatzgruppen y se estima que acabaron con cerca de 1 millón de personas en territorio soviético. Sus víctimas fueron líderes comunistas y gitanos.
El general volvió a Praga hacia diciembre de 1941, tiempo en que grupos de resistencia tenían planeado un atentado en su contra. La consigna era simple, había que matar a Heydrich.
En mayo de 1942, la denominada operación Antropoide comenzó con el descenso de dos paracaidistas checos llamados Jan Kubiš y Jozef Gabčík, quienes pisaron tierra en el suburbio Nehvizdy de Praga.
En esas horas, el general se dirigía hacia su oficina en su auto y solamente acompañado por su chofer. Justo en una curva, ambos fueron atacados por Kubiš y Gabčík, quienes les dispararon con sus metralletas.
De acuerdo al relato de la BBC, Heydrich logró salir del vehículo y comenzó a intercambiar tiros con los dos guerrilleros. No obstante uno de ellos los atacó con una granada, la cual explotó justo en frente de los alemanes. Ambos se vieron forzados a retirarse.
Esa noche el hombre llegó caminando hasta el hospital de Libovka, donde arribó con heridas en sus piernas, costillas rotas y una perforación en la pleura. En ese entonces, se pensaba que podría volver a sus funciones en algunas semanas.
Sin embargo, en el hospital se habría generado otro atentado contra el general, quien habría sido envenenado por una bacteria que le generó una septicemia (infección en la sangre), lo que quedó registrado en su data de muerte posteriormente. Heydrich falleció el 4 de junio de 1942.
Hitler decretó duelo nacional por la muerte de su subalterno, quien fue enterrado en Berlín al son de la marcha Sigfrido. Las consecuencias para la ciudad de Praga fueron terribles, ya que se estima que el ejército alemán mató a 4.000 civiles en venganza.
Cabe señalar que el jefe de Heydrich, Himmler, se suicidó el 23 de mayo de 1945, luego de haber sido tomado detenido por los ingleses cuando acabó la guerra en Europa.
