La semana pasada conocimos el caso de Oleg Beloguzov (52), un investigador ruso que fue apuñalado por su compañero Sergei Savitsky (54) en la base rusa Bellingshausen en la Antártida.

La base chilena Eduardo Frei Montalva, ubicada a sólo 200 metros de Bellinghausen, recibió el llamado de emergencia solicitando apoyo médico urgente. El herido fue atendido por un profesional chileno en el lugar para luego ser trasladado a la base Frei. Tras eso, fue llevado a Punta Arenas un avión Hércules C-130 de la FACh.

“El paciente llegó a las 19:00 horas en estado de gravedad, anémico y con la presión baja, le realizaron exámenes e imágenes y se decidió explorarlo en pabellón, encontramos que tenía una lesión en el ventrículo derecho del corazón, que es potencialmente letal”, relató José Ignacio Iñiguez, cardiocirujano y jefe de la Unidad de Emergencia Hospitalaria del Hospital Clínico de Magallanes (HCM), según consignó el diario El Pingüino.

Tras pasar dos semanas internado y en estado crítico, el hombre fue dado de alta. “Muchas gracias por salvar un corazón ruso”, dijo el investigador al personal médico.

Beloguzov y Savitsky llevaban cerca de 10 meses en la base y faltaban sólo dos días para que terminaran su periodo allí.

Por su parte, el agresor reconoció lo ocurrido y se entregó a las autoridades de la base rusa, por lo que fue trasladado a su país, donde deberá enfrentar cargos por intento de homicidio.

Sergey Savitsky | CEN
Sergey Savitsky | CEN

Pero, ¿qué llevó a Savitsky a agredir tan ferozmente a su compañero? El diario británico Daily Record asegura que habló con otros investigadores que indicaron que el hombre estaba harto de que su colega le contara los finales de los libros que estaba leyendo.

De acuerdo al relato, ambos eran ávidos lectores, pues era su forma de lidiar con su estadía en la base rusa.

Savitsky se habría enfurecido tanto con Beloguzov por spoilearle los finales al punto de que tomó un cuchillo de cocina e hirió varias veces en el pecho a su compañero.

Cabe destacar que éste es el primer delito de este tipo registrado en la Antártida.