Se puede decir que, en este momento, las relaciones entre el Gobierno de Chile y Rapa Nui están pasando por una etapa de restructuración; principalmente debido a la aprobación de un nuevo reglamento de ingreso y permanencia de ciudadanos extranjeros en la isla.
A esta situación se suma un hito revelado en el libro “Rapa Nui. Una herida en el océano”, del escritor español Mario Amorós, en el cual se señala que el gobierno del presidente Arturo Alessandri intentó vender la isla a cuatro países en 1937: Estados Unidos, Japón, Reino Unido y la Alemania de Adolf Hitler.
Si bien esta publicación será lanzada en Chile el próximo 9 de agosto, el diario español El País tuvo acceso a ella y describió algunos hechos clave de esta negociación.
En primer lugar, se sostiene que el valor de venta de este territorio fue de 1 millón de dólares, equivalente a 17 millones de dólares en la actualidad (10.965 millones de pesos chilenos), y que la finalidad era reforzar la armada nacional con este dinero.
Amorós indica en su libro que: “Para el Chile continental (de esa época) la isla era sobre todo un lugar marcado por el estigma de la lepra y para el poder político, un lugar lejano, cedido a la Armada y arrendado a una compañía privada, con muy escaso valor”.
En este sentido, de acuerdo al periódico europeo, el historiador húngaro, Ferenc Fischer, presentó una ponencia en la cual se detallaba una supuesta reunión entre el embajador de Hitler en Chile y el ministro chileno de Relaciones Exteriores, José Ramón Gutiérrez Alliende, la cual se llevó a cabo el 14 de agosto de 1937.
En dicho encuentro, el gobierno nacionalista alemán habría buscado confirmar las intenciones del gobierno de la época en vender la isla. No obstante, en la Cancillería Chilena no existen registros de ésta.
En este libro también se detalla que hubo algún acercamiento con el gobierno estadounidense de la época, aunque nunca se produjo una reunión concreta para negociar el valor o concretar algún acuerdo.
“Todos descartaron la compra de la isla porque consideraron que su valor, desde el punto de vista naval, era escaso. No obstante, tanto Londres como Washington estimaron que era conveniente que ni Japón, ni Alemania, ni tampoco Italia (las futuras potencias del Eje), se hicieran con la isla”, declaró Amorós.
Finalmente, se describió que la idea de la administración de Alessandri fue encargar la construcción de buques de guerra con este dinero, para así equiparar fuerzas con la marina argentina de la época.
