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Una lagartija debió ser sacrificada en Estados Unidos debido a un caso extremo de estreñimiento que estaba viviendo. Expertos aseguraron que la bola fecal ocupaba el 35% del volumen de su cuerpo, lo que afectaba órganos interiores.

El hecho fue dado a conocer por Natalie Claunch, candidata a doctora en la Escuela de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Universidad de Florida, quien indicó que capturó el animal debido a que estaba estudiando su especie: Leiocephalus carinatus.

La joven aseguró en el estudio que, en un inicio, pensaron que se trataba de una hembra que estaba pronta a poner sus huevos, pero no era así.

Natalie Claunch
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No obstante, al tomarle una tomografía, notaron que la lagartija no estaba preñada, sino que en su interior tenía una bola fecal que había desplazado casi todos sus organos. El excremento ocupaba el 35% de su volumen corporal.

El estudio arrojó además que estaba respirando con extrema dificultad y apenas tenía espacio para su corazón, por lo que se dedujo que estaba sufriendo en exceso.

Luego de unos días de estudio en el laboratorio del Museo de Florida, Claunch y el biólogo Edward Stanley determinaron que el animal no sería capaz de expulsar toda esa masa, a lo que se sumaba que estaba muriendo de hambre. Finalmente, tomaron la decisión de sacrificarlo.

“Aquella bola representa la mayor proporción de heces en relación a la masa corporal registrada en un animal vivo”,
indicó la profesional.

Natalie Claunch
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Luego de la autopsia se registró que la hez pesaba 22 gramos, lo que representaba el 78.2% de toda su masa corporal. Aquello era una situación nunca antes registrada en animales, según los expertos.

De acuerdo a Claunch y Stanley, los problemas para el reptil se originaron por su mala alimentación, la cual se componía en su mayoría de restos de una pizzería ubicada en la zona de Coco Beach (donde fue encontrada), por lo que se presume que era alta en grasas.

A eso se sumaba que, probablemente, se alimentaba de insectos y lagartijas más pequeñas, por lo que se estima que en sus últimos días se formó una bola de heces que nunca pudo expulsar.

Hay que señalar que la especie Leiocephalus carinatus fue introducida en el estado de Florida durante 1940, para combatir diversas plagas. Al contrario de otras lagartijas estas no tienen una dieta definida, por lo que son proclives a sufrir problemas de estreñimiento.

Natalie Claunch
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