Medios internacionales dieron a conocer el caso de “Thor”, un pastor belga de cinco años que tuvo que ser sometido a una operación de extracción de su nariz debido a fuertes dolores. El resultado fue categórico: le sacaron de las fosas nasales una vara de 10 centímetros.

El perrito, que vive en Zagreb (Croacia) fue llevado hasta el médico veterinario por su amo, luego que notara que él sangraba al momento de estornudar.

De acuerdo a lo informado por Daily Mail, en la clínica fue atendido por el médico Dr. Zarko Ciric, quien después de un pequeño chequeo por radiografía detectó el artículo de madera dentro de la nariz del perro.

Daily Mail
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Luego de este diagnóstico, el dueño de “Thor” explicó que ambos habían ido a dar un paseo por un bosque en las afueras de Zagreb. En un momento determinado, él dejó libre al can y este se adentró en unos matorrales, luego de unos minutos volvió donde su amo y regresaron a casa.

El hombre agregó que, en los primeros tres días, el animal no daba muestras de sentir dolor, pero luego de un tiempo notó que daba alaridos al estornudar y botaba sangre por la nariz.

Por esto fue llevado hasta donde el doctor Ciric, quien luego de examinarlo procedió a extraer el objeto mediante una pinza especializada para sacar elementos desde orejas y narices de los animales.

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Previamente, el profesional había procedido a aplicar anestesia local en la zona de la mandíbula de “Thor”, para evitar que el can tuviera dolor excesivo durante la operación.

Lo sorprendente, y que no estaba entre los planes del veterinario, era el largo que alcanzaba el trozo de madera (10 cm), lo que hizo suponer que el perro había sufrido fuertes dolores los días previos a ir al lugar.

“Quedé atónito cuando noté que un objeto tan largo estaba atascado dentro de las nariz del pobre Thor, por fortuna lo pudimos extraer de forma ambulatoria”, explicó.

Puede revisar el momento en el siguiente enlace.

Consejos para que tu mascota “viejita” viva más años y con buena salud

Cuando una mascota llega se tiene especial preocupación en los cuidados que se le deben dar con relación a la alimentación, en especial por su corta edad, el lugar donde dormirá o cómo regalonearlo. Pero las atenciones no solamente deben estar presentes cuando son cachorros o gatitos, sino que hay que mantenerlas durante todo el crecimiento y, más aún, cuando entran en la etapa de vejez.

Cuando la mascota, sea gato o perro, está más vieja, se comienzan a observar ciertos cambios. “Tienden a jugar menos, debido a que sus articulaciones están más sensibles, pueden pasar más tiempo durmiendo, sufrir cambios de peso o problemas cognitivos como pérdida de orientación”, explica Carolina Figueroa, médico veterinario de Royal Canin.

Es por lo mismo, que los dueños de mascotas de tercera edad deben comenzar a tener en cuenta algunos puntos que no eran mayor preocupación en años anteriores.

Actividad: esto ayudará a mantener su peso ideal y le permitirá estimular sus reflejos, aunque es importante buscar actividades adaptadas a su edad, menos extensas y más frecuentes.

Ambiente: principalmente cuando tienen dificultades para moverse, ayuda mucho que se le facilite el acceso a sus espacios habituales y se hagan lo más cómodo posible para ellos.

Alimentación: la disminución en el nivel de actividad y los cambios en su organismo también se transforman en cambios en sus necesidades nutricionales, por lo que es importante ofrecer una dieta adaptada que les ayude a satisfacer estos nuevos requerimientos. Además como también el envejecimiento provoca pérdida de los sentidos, entre ellos el olfato y el gusto, es necesario que la dieta sea más atractiva para incitarlos a comer.

Para este último punto se debe tener en cuenta que un perro que entra en la vejez necesita básicamente los mismos componentes en su dieta que un perro joven: proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.