Los síntomas de la intoxicación por alcohol pueden amplificarse según el momento del día en que se ingiera, más aún si se está con el estómago vacío o si es verano.

Compartir un almuerzo. Una salida con compañeros del trabajo o una celebración de noche. Todas estas actividades recreativas suelen estar acompañadas del consumo de alcohol.

Ya sea como bajativo, levantar el ánimo de una jornada o incluso por sus beneficios, siempre está el riesgo de cruzar esa delgada línea entre consumo moderado y excesivo. Sin importar el caso, su consumo podría tener diferentes efectos según la hora del día en que se ingiere.

Eso es lo que explicaron distintos expertos a The New York Times, quienes dilucidaron cuáles son los factores que difieren en el consumo de alcohol de día y de noche.

Consumo de alcohol durante el día

Si bien los efectos nocivos para la salud que vienen por el consumo de alcohol no miden horario, todo parece indicar que sí es peor que ocurra durante el día.

Akhil Anand, psiquiatra de la Clínica Cleveland, indicó al medio neoyorquino que “si bebes a lo largo del día y no estás necesariamente pendiente de dónde conseguir tu próxima comida, también es lógico que no tengas alimentos en el estómago para ayudar a ralentizar la velocidad con la que tu cuerpo absorbe el alcohol, lo que es probable que te intoxiques en un periodo de tiempo más corto”.

Lo anterior se suma a los riesgos de deshidratación que vienen con la ingesta en los días de sol, más aún en verano, lo cual podría aumentar los efectos de la intoxicación, como la fatiga o los mareos.

“Eso se suma a la naturaleza deshidratante del propio alcohol, que actúa como diurético y expulsa líquidos de tu organismo haciendo que orines con más frecuencia”, argumentó Sarah Andrews, profesora adjunta de psiquiatría en Johns Hopkins Medicine.

En cuanto a la noche, se establece que el consumo de alcohol compromete el sueño REM. En ese aspecto, el psiquiatra de Cleveland sugirió que “si tienes la previsión de dejarte un período de tres o cuatro horas entre la última copa y el momento de irte a dormir — sobre todo si bebes agua y comes entretanto—, tu cuerpo puede tener la oportunidad de metabolizar el alcohol antes de acostarse, con lo que descansarías lo suficiente”.

Por ello es que según los especialistas consultados, las maneras recomendables de evitar la resaca son beber al menos un vaso de agua por cada bebida alcohólica, asegurar de que se come lo suficiente, evitar las bebidas azucaradas y, por supuesto, limitar la cantidad total de alcohol que se consume.