A partir de agosto de este año, los estudiantes de la Escuela de Medicina Albert Einstein del Bronx tendrán matrícula gratuita para estudiar. Esto, gracias a la generosa contribución de una profesora emérita de la institución, quien donó la herencia que le dejó su esposo.

Las lágrimas, risas y abrazos no cesaban cuando, este lunes, la profesora Ruth Gottesman anunció una donación de más de mil millones de dólares a la Escuela de Medicina Albert Einstein del Bronx, en Nueva York. De esta manera, la carrera de medicina sería completamente gratis para los estudiantes, tanto actuales como futuros.

La donación de Gottesman, de 93 años, excede con creces el valor de una matrícula particular, que suele estar en el orden de los 60 mil dólares al año aproximadamente. Su gesto la convierte en una de las donaciones más grandes jamás realizadas a una universidad, y cobra aún más relevancia cuando se tiene en cuenta que la casa de estudios está ubicada en uno de los distritos más pobres de la ciudad de Nueva York.

Según consignó BBC, la deuda de los alumnos al momento de graduarse de dicha escuela suele exceder los US$200.000. Esto es, casi 200 millones de pesos chilenos.

Puedes ver a continuación el momento en que los estudiantes se enteran de que tendrán educación gratuita.

¿Quién es Ruth Gottesman y de dónde vino su fortuna?

Los nexos de Ruth Gottesman con la Universidad Albert Einstein se remontan a más de 50 años atrás. De profesión docente, la mujer estuvo siempre comprometida con el acceso a la educación, participando activamente en la implementación y ejecución de programas de alfabetización y discapacidades del aprendizaje.

Su fortuna económica guarda relación con la identidad de su marido, con quien estuvo casada nada menos que 76 años. Se trata de David Gottesman, magnate de la industria financiera, empresario y filántropo. El hombre falleció en 2022 a los 96 años, dejándole su fortuna a Ruth.

La profesora contó a New York Times que el hombre le dejó, sin que ella supiera, una gran cartera con acciones de Berkshire Hathaway. Las indicaciones eran simples “haz lo que creas correcto con él”.

A pesar de que el hombre no vivió para ver la obra de su esposa, se intuye que este habría estado orgulloso, al haber donado él mismo en vida más de US$330 millones a diferentes obras de caridad.

Según consignó el medio británico, en un comunicado, Yaron Yomer, decano de la universidad, indicó que la donación revoluciona radicalmente la capacidad de seguir atrayendo estudiantes que están comprometidos con la visión de la escuela, y no solo aquellos que pueden permitírselo económicamente.

A diferencia de otras donaciones, que usualmente esperan recibir algún tipo de reconocimiento especial, Ruth fue enfática en que no quería que se cambiara el nombre de la universidad por el suyo. Incluso, en un inicio tenía contemplado realizar la donación de forma completamente anónima.