Falta de energía, y una sensación de agotamiento físico y emocional caracterizan al Síndrome de Burnout de fin de año.

Si en diciembre dijiste o pensaste más de una vez “estoy chato” y levantarte en las mañanas se transformó en un suplicio, es probable que seas una de las tantas personas que lidia con el síndrome de Burnout de fin de año.

Según explicó Lillian Pérez-Loezar, doctora en Neurociencia Cognitiva Aplicada y académica de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), el Síndrome de Burnout (o Síndrome del Trabajador Quemado) es “un fenómeno psicosocial que se visualiza en quienes pierden la energía, se desmotivan y comienzan a desinteresarse del trabajo, pudiendo llegar incluso a la ansiedad y la depresión”.

Esta condición caracteriza a las personas agotadas física y emocionalmente, y se sienten desgastadas a causa de su trabajo o estudio.

Resultado de vivir en alerta permanente

Pérez-Loezar explicó que “hay ciertas condiciones o características que hacen pensar en que la larga y extendidas rutinas laborales, escolares, al final, pudieran pasar la cuenta. Tiene que ver con un período de finalización extenso, en el cual se me ha estado exigiendo sistemáticamente ciertas cuotas de entrega”.

“En el caso del escolar, tienes que rendir académicamente para que al final de año puedas aprobar la asignatura o el año escolar”, ejemplifica.

Algo similar ocurre en el plano laboral porque “al final de año se hace una revisión, muchas veces se enfrentan a evaluaciones laborales. Todos esos elementos son los que hacen que vivamos un estrés largo de sobre actividad y como consecuencia posteriormente aparece el Burnout que es la respuesta a este estrés laboral crónico”, sostuvo.

La profesional además indicó que el síndrome de Burnout generalmente se desata tras un largo periodo de vivir en “alerta permanente” y estar sometido a un alto nivel de exigencia.

Como resultado, la persona se agota “producto de una sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales o emocionales”.

Asimismo, la especialista en salud mental dijo que suele presentarse más en personas que prestan servicios a otros y que constantemente tienen que estar adaptándose a distintas personas. Por ejemplo, profesores, vendedores o personal de salud.

Cómo calmar el síndrome de Burnout de fin de año

Pérez-Loezar señala que la principal recomendación es disminuir la carga y autoexigencia, junto con tener expectativas realistas.

También aconseja dormir bien y darle el descanso apropiado que el cuerpo y mente necesita.

Por otro lado, también es importante cuidar la alimentación y así evitar problemas en los procesos metabólicos; y alejarse de las relaciones tóxicas o negatividad.

“Respetarme es lo primero. Es decir, mirarme, qué puedo hacer ahora y que debo ordenar para después. En mi entorno, airear la casa, abrir las ventanas, pues tenemos más horas de luz y calidez de temperatura; trabajar en un ambiente ordenado y limpio”, indica.

Además sugiere que si te sientes muy agotado, no te sumes más presión innecesaria. “Por ejemplo, no sería el momento de hacer una dieta estricta, aunque desearas bajar de peso porque subiste mucho durante la pandemia o quitarte horas de sueño por un trabajo que fue solicitado para ‘ayer’”.

Junto con ello, propone no descargarse con la familia, porque puede ser contraproducente.”Mi hogar debe ser el espacio de encuentro con mis afectos”, apunta la profesional.

Cabe destacar que este síndrome puede traer consigo otras afecciones derivadas del estrés crónico como el consumo de estupefacientes, enfermedades al corazón y diabetes, por lo que es importante acudir a un especialista si dura mucho tiempo o se hace permanente.