La depresión endógena o persistente es uno de los trastornos de salud mental más frecuentes y que en muchas ocasiones puede pasar fácilmente desapercibido.

En el último episodio del programa conducido por Martín Cárcamo, De Tú a Tú, la actriz nacional, Tamara Acosta, habló extensamente sobre su diagnóstico de depresión endógena, del cual comenzó a presentar síntomas a los 14 años.

La artista que fue diagnosticada a los 30 años con depresión recurrente -otro nombre que recibe este trastorno- relató como era vivir con esta afección antes de ser detectada: “Sentía que nada tenía sentido. Me sentía muy sola, me encerraba harto. Lloraba harto. Recuerdo haber llorado sola sin saber por qué. Por una pena profunda no más”.

A esto agregó que incluso el “bañarse era como subir el Everest”: “Era sin poder moverse. Con crisis de angustia, crisis de pánico, sin poder levantarse de la cama. Ni siquiera te puedes levantar”, afirmó.

¿Qué es la depresión endógena?

De acuerdo al manual médico MSD, la depresión endógena (también conocida como recurrente o persistente), consiste en “síntomas depresivos que persisten durante más de 2 años sin remisión”.

Respecto a los síntomas, la guía afirma que “generalmente comienzan de forma insidiosa durante la adolescencia y pueden durar muchos años o décadas”, los cuales además pueden fluctuar por encima y por debajo del umbral del episodio depresivo mayor.

Quienes desarrollan depresión endógena pueden manifestarse habitualmente como personas negativas, pesimistas, sin sentido del humor, pasivos, introvertidos, hipercríticos sobre sí mismos y los demás, y quejumbrosos.

Estos pacientes también pueden desarrollar trastornos relacionados como ansiedad, personalidad limítrofe y abuso de sustancias.

Este tipo de depresión no tiene una causa clara, de acuerdo al Stanford Medicine Children’s Health, se cree que podría ser el resultado de desequilibrios químicos en el cerebro. También se ha especulado que puede ser hereditaria, sin embargo, no se han vinculado genes a ella.

Esto es su principal diferencia con la depresión común, puesto que no necesita de una gatillante para manifestarse.

¿Cómo identificarla?

La depresión endógena es identificable por su sintomatología. En general, estos sentimientos negativos se mantienen por más de dos años en los adultos y en los niños por más de uno, afirma la división de medicina infantil del hospital de Stanford.

Los síntomas suelen ser leves, pero están acompañados de episodios de depresión mayor en algunas ocasiones. El trastorno además suele ser más frecuente en mujeres que en hombres.

Otras señales de este tipo de depresión son la falta o exceso de apetito, insomnio o hipersomnia, baja energía o fatiga, baja autoestima, falta de concentración o dificultad para tomar decisiones, además de sentimientos de desesperanza, describe el manual médico.

El tratamiento consiste en terapia psicológica y farmacológica previa indicación médica.