Comprar medicamentos en lugares no autorizados por el Instituto de Salud Pública (ISP) podría llevar a problemas de salud, como daño renal y hepático.

La venta ilegal de medicamentos es un problema que preocupa constantemente a las autoridades debido a los riesgos que implica a la salud de las personas.

Al respecto, desde 2020, se hicieron 189 acciones de fiscalización, afirmó el Instituto de Salud Pública (ISP) en abril pasado.

“El problema es que los volúmenes son mucho mayores ahora, por ejemplo entre el 2020 y el 2021 se comercializaron 133 mil unidades, pero hoy hablamos de más de 473 mil”, aseguraron desde la institución.

Según las cifras entregadas por la entidad, en 2022 se llevaron a cabo 174 decomisos por comercio ilegal de medicamentos.

No obstante, la incautación de cerca de 10 millones de dosis de medicamentos, en el año pasado, puede provocar un peligro a la salud.

Qué puede causar la venta ilegal de medicamentos

La venta de medicamentos, en la vía pública, ferias libres y redes sociales, son las formas habituales de adquirir un fármaco, atentando contra un tratamiento médico y la propia salud.

De acuerdo con el sitio web del Gobierno, entre los riesgos hay un agravamiento de síntomas, intoxicación y reacciones graves.

En tanto, en el Congreso se prepara un proyecto de ley, que regula la comercialización de productos farmacéuticos y sanciona su venta ilegal.

Entre los aspectos más importantes, destaca que “las farmacias y los establecimientos farmacéuticos serán los únicos facultados para expender productos farmacéuticos a personas naturales, cualquiera sea su condición de venta”.

Por esta razón, un fármaco debe ser adquirido en locales (farmacias) autorizados por el Instituto de Salud Pública (ISP). Alguno de los problemas que conlleva comprar un medicamento en lugares no autorizados son:

  • Desconocer su procedencia
  • Exposición a productos adulterados
  • Acceder a medicamentos alternativos sin saber su origen.
  • No saber si ha cumplido con las condiciones de temperatura adecuada, ya que se pueden degradar y provocar daño renal y hepático.
  • Medicamentos que más se decomisan

    1. Ciclobenzaprina Clorhidrato (comprimidos Recubiertos de 10 mg)

    2. Losartán Potásico (comprimidos recubiertos de 50 mg)

    3. Prednisona (comprimidos de 5 mg)

    4. Ciprofloxacino (comprimidos recubiertos de 500 mg)

    5. Paracetamol (comprimidos de 500 mg)

    6. Clorfenamina Maleato (comprimidos de 4 mg)

    7. Naproxeno Sódico (comprimidos recubiertos 550 mg)

    8. Amoxicilina (cápsulas de 500 mg)

    9. Furosemida (comprimidos 40 mg)

    10. Loratadina (comprimidos 10 mg)