"Es momento de reconocer que los esfuerzos multisectoriales para influir en los comportamientos en torno a la dieta saludable y el ejercicio, aunque son esenciales, hasta ahora han sido insuficientes para detener la creciente prevalencia de la obesidad", dice la OMS.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un nuevo “Marco de prestación de servicios sanitarios para la prevención y el tratamiento de la obesidad”, donde enfatizan en que las medidas actuales para combatirla son “insuficientes” y piden que en Chile se declare “enfermedad crónica”.

“Es momento de reconocer que los esfuerzos multisectoriales para influir en los comportamientos en torno a la dieta saludable y el ejercicio, aunque son esenciales, hasta ahora han sido insuficientes para detener la creciente prevalencia de la obesidad”, dice el documento.

En este se manifiesta también que “la obesidad es una causa de mortalidad y morbilidad, ya que es un factor importante de riesgo de muchas otras enfermedades no trasmisibles (ENT)”.

El organismo detalla que en 2019, la obesidad fue la causa de muerte en aproximadamente 5 millones de personas debido a enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, trastornos neurológicos, enfermedades respiratorias crónicas y trastornos digestivos. “Abordar la obesidad es fundamental para alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: reducir un tercio de la mortalidad prematura debido a ENT para el año 2030”, enfatizan.

Medidas de la OMS para la obesidad en Chile

En cuanto a Chile, la OMS señala que “mantendremos la mirada de la Solicitud Ciudadana presentada por nuestro Equipo Obesidad en Chile y avalada por más de 10 mil firmas en un mes, donde llamamos al Estado a declarar la obesidad como enfermedad crónica, porque hasta hoy el enfoque de políticas públicas ha sido desde la prevención, a través del Sistema Elige Vivir Sano”.

Tal como señala la OMS, los esfuerzos para detener la epidemia de la obesidad han supuesto una inversión multisectorial significativa, “pero el error está en que se ha considerado únicamente como factor causal de esta enfermedad a un desbalance energético de las personas que viven con obesidad (PVO), dejando de lado los mecanismos fisiopatológicos subyacentes y las causas genéticas, entre otros”.

“A 10 años de estas políticas, las cifras en el país han aumentado exponencialmente: el 74,2% de los chilenos adultos padecen malnutrición por exceso y 1 de cada 3 tiene obesidad en sus distintos grados”, sostienen Marcela Alarcón de Fundación Pro Cura tu Vida y Alicia Cárdenas del Centro Integral Guatita Delantal, quienes son parte del “Equipo Obesidad en Chile: Prevenir, Diagnosticar y Tratar”.

“Es ese orden es urgente focalizarse en prevenir, diagnosticar y tratar, sobre todo en edades más vulnerables (mujeres embarazadas y primer año de vida, 3-6 años y adolescencia) con el fin de disminuir el riesgo de padecer obesidad en adultez y más aún a las generaciones futuras”, señala por su parte Marco Gajardo Psicólogo Clínico- Comunitario, Presidente del Equipo.

“En consecuencia, exigimos implementar políticas públicas direccionadas a un diagnóstico oportuno, integral e individualizado, para entregar acceso a tratamientos efectivos, sean estos farmacológicos autorizados por el Instituto de Salud Pública (ISP) o quirúrgicos, durante todo su ciclo vital”, agrega.

“Visualizar la pandemia de la obesidad como una enfermedad crónica libera la carga de tratamientos mentales y físicos y de esta manera se podrían optimizar los escasos recursos en salud. Los gastos por obesidad alcanzaron los US$ 6 mil millones en 2020 y se prevé que para el 2023, sea de US$ 13 mil millones de seguir en esta inercia, según data del Atlas de la Obesidad 2023. El desafío es complejo, sin embargo, se puede lograr si pasamos de la declaración a la acción”, enfatiza Dr. Rodrigo Alonso, Médico Internista y Nutriólogo Adultos, miembro del Equipo.

Objetivos específicos del nuevo marco de la OMS

1. Definir la integración y la organización de los servicios para la prevención y el tratamiento eficaces de la obesidad en niños, jóvenes y adultos, incluidas las mujeres en edad reproductiva, a lo largo de toda la vida, incorporando la prevención, el diagnóstico precoz y la detección de complicaciones y comorbilidades, el tratamiento, la rehabilitación y el tratamiento a largo plazo para prevenir y revertir la progresión de la enfermedad y las complicaciones relacionadas.

2. Garantizar la integración y el apoyo efectivos en los tres niveles de los servicios sanitarios, a lo largo de toda la vida, con especial atención a los grupos vulnerables y de alto riesgo, mediante un enfoque centrado en el paciente.

3. Proporcionar apoyo para la navegación a través de los niveles de atención y las oportunidades de la comunidad.

4. Armonizar la prestación de servicios con las acciones y demandas u ofertas de la sociedad.

5. Sugerir flujos de entrega para garantizar la ampliación.

Cabe recordar que, este marco forma parte de un paquete más amplio destinado a desarrollar la capacidad de los sistemas sanitarios para prestar servicios de prevención y tratamiento de la obesidad.

El paquete también incluye el compendio UHC de la OMS y el curso de la Academia de la OMS y formación avanzada para proveedores de atención sanitaria. Además, está interrelacionado con otras intervenciones propuestas en el paquete de prioridades del plan de aceleración de la OMS para detener la obesidad.