Tras estar meses encerrados en casa, puede que muchos hayan sentido sus zapatos un poco más apretados de lo que eran cuando salían con ellos a todas partes. Sin embargo, no fue el calzado: nuestro pie pudo haber cambiado sin darnos cuenta.

A más de un año desde el inicio de la pandemia muchos han cambiado diferentes aspectos de su vida diaria. El más común fue que el teletrabajo se transformó en una realidad que muchos siguen viviendo.

Esto trajo una serie de alteraciones, ya sea en el lado mental como en el físico. Entre ellos, casi sin notarlo, muchos encontraron en su regreso a la calle que sus zapatos estaban más apretados de lo que recordaban y es que, en realidad, han cambiado la forma de sus pies.

Aunque no es algo visible, la cirujana ortopédica Elizabeth Cody comentó a la revista Health que es algo común que observó desde el inicio de la pandemia, particularmente en un grupo: la gente que caminaba descalza en casa.

La razón tras los cambios en tus pies

“Mucha gente piensa que caminar descalzo no debería ser un problema, pero en realidad caminar sin zapatos puede exacerbar una serie de desórdenes”, dijo la doctora. “Entre ellos se encuentran fascitis plantar, artritis del pie, tendinitis, pie plano, juanetes o dedo martillo. Y algunos de estos problemas pueden hacer que tengas que subir una o dos tallas”, añadió.

De acuerdo a Cody, a medida que se envejece, los ligamentos del pie se estiran y los tendones se degeneran en función del estrés que ejerce sobre sus pies. El no usar zapatos hace que se ejerza una presión mayor en ellos y cuanto más esfuerzo tienen, se desgastan más rápido.

Sin embargo, esto no es algo que le pasará a todos los que estuvieron libres de zapatos. La doctora afirma que este cambio no es inusual, especialmente si se pasa mucho tiempo de pie.

Otra razón para que cambien los pies es por un aumento de actividad. “Hay algunas personas que simplemente estuvieron más de pie en la pandemia que antes porque estuvieron decididos a hacer más ejercicio, cuidando a sus hijos, etc”, explicó.

¿Es reversible?

De acuerdo a Cody, esto dependerá de la razón de este cambio. “Si su problema fue una uña del pie o tendinitis, se puede solucionar. Pero si la estructura de su pie se movió, como un juanete empeorado o un arco caído, probablemente se quede así”, explica.

¿Debería usar zapatos en casa?

En conversación con el mismo medio, la podóloga Ami Sheth hizo un llamado al respecto: No porque no estamos en la oficina, significa que caminemos menos.

“La mayoría de las personas que solo están en casa probablemente estén haciendo más trabajo de pie que lo que hacían en la oficina: me levanto, camino a una habitación, me siento, me levanto, camino, me siento…”, explicó.

Es por eso que recomienda volver a los zapatos durante la jornada laboral. Después, “si no está activo, está bien que se quite los zapatos”, dijo.