En un país en crisis, en el cual a muchos chilenos y chilenas les cuesta llegar a fin de mes, vemos poca austeridad en las autoridades. La plata al Estado se le acaba y la única propuesta a la vista para el Gobierno -para aumentar los ingresos- son más impuestos.

Imagina la siguiente situación: en tu primer trabajo te contratan con un buen sueldo para representar y promover la imagen de una empresa o institución ante otras. Por ende, todos te relacionan con dicha empresa o institución y sus correspondientes valores, por lo que cualquier comportamiento tuyo afectará la reputación de la marca y la de tus jefes.

Ahora bien, en ese cargo tienes que viajar y tienes libertad de gastos. Al contratarte, la institución está haciendo una inversión, pese a que tiene una estrecha situación económica. Siendo así, a ti ¿se te ocurriría ostentar tu estilo de vida por tu trabajo en redes sociales? ¿Qué pensarían tu jefe y otros empleados si vieran tus fotos? ¿Qué pensarían los clientes de la empresa o institución que te contrató? Además, tú no eres amigo del jefe, por lo que, si tuvieras ese comportamiento, probablemente terminarías despedido.

Haciendo una comparación con una situación de la vida diaria, eso es lo que ha venido pasando con nuestro vanguardista embajador de Chile ante el Reino de España, Javier Velasco, a quien el Gobierno debió llamar al orden. El gran problema en este caso es que el dinero con el que él lleva este estilo de vida no es de una empresa, sino que es del Estado chileno, es decir, que tú y yo estamos financiando su estilo de vida en España. En otras palabras, mientras nosotros estiramos el billete cada día más para poder llegar a fin de mes, él lo pasa de lo lindo con nuestro dinero y vive una vida de príncipe sin merecerlo

Muchos de quienes venimos de abajo, sin una red de contactos, sabemos que si tenemos una oportunidad como la mencionada, la aprovecharíamos al máximo, tratando de no equivocarnos y siendo conscientes de nuestro actuar. Sólo quien se siente privilegiado -y es amigo del jefe- actúa con soberbia, sin temor a equivocarse porque cree que su actuar no tendrá consecuencias.

Por otro lado, el Ministro Grau, quien fue becado con dinero de nuestros impuestos por $100.000.000 para hacer un PHD In Economics en la Universidad de Pennsylvania en el país que es cuna del capitalismo, señaló que producto de la reforma tributaria “no tenemos susto de la huida de capitales”. Solamente quien se siente privilegiado y superior moralmente no tendría conciencia de sus actos y palabras.

Esta semana ha continuado la discusión respecto al apoyo del Gobierno al TPP11, y quienes no quieren hacer negocios con el mundo y promueven la producción local, son los mismos que con el dinero de todos los chilenos van a disfrutar de la educación de postgrado a esos países que aborrecen. Sólo quien es privilegiado no teme ser inconsecuente.

El terreplanismo económico del Gobierno ya parece propio de una secta, pues por más evidencia o estudios que puedan tener, se niegan a aceptar la realidad. Son como una piedra que uno puede dejar en un río 100 años, pero que si uno la saca del agua y la parte, continuará estando seca en su interior.

En este espacio que nos otorga BioBioChile hemos explicado que la economía es más simple de lo que se piensa y que el Estado funciona como la economía de la casa, pero con la diferencia de que los burócratas son indolentes en la forma de gastar los recursos, porque la plata no es de ellos y se la sacan a todo.

Cada uno de nosotros sin excepción, todos los meses entregamos el 19% de nuestro trabajo en impuesto IVA, dinero que se va en pago de asesores, embajadores, becas, etc. En otras palabras, se va en servicios que muchas veces no tienen un mínimo de calidad.

Por otro lado, quienes pagan el impuesto a la renta, que es casi el 20% de la población, lo más probable es que no hagan uso de casi ninguna prestación por parte del Estado y este no es capaz de garantizar su seguridad.

La semana pasada, el Ministro Marcel anunció que pediríamos un préstamo por USD 12.000 millones que se usarían para pagar una deuda vencida, es decir, ya estamos cayendo en “el bicicleteo” de la deuda. Para el próximo año se anunció un aumento del gasto público del país en un 5%, sin aumento de los ingresos ni proyección de mayor crecimiento económico a la vista.

Finalmente, nuestra clase política no está preocupada de la austeridad y de guardar una conducta adecuada. El zapato roto con el cual el Presidente Boric apareció en la gira en EEUU, no es más que una pantomima de austeridad, siendo que no es responsabilidad del Estado proveer los zapatos, pues tiene un sueldo de $8.000.000.

Es refácil vivir la vida loca con dinero ajeno… pero además tener el descaro de restregárselo en la cara a quienes entregaron ese dinero para que se hiciera un buen uso de él… es demasiado ¿o no?

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