En tiempos difíciles, es interesante preguntarse qué ha ocurrido con el ahorro en Chile.

La pandemia trajo un menor crecimiento y elevado desempleo, obligando al Estado a generar ayudas mediante políticas expansivas de gasto, además de los retiros de fondos de pensiones. Esta sensación de tener más recursos disponibles disparó el consumo de los hogares, que pasó de un -8% en 2020 al 20,3% en 2021.

Si el consumo creció tanto se podría creer que el ahorro se vio seriamente afectado, ya que este depende para muchas personas del ingreso que les queda luego de consumir. Sin embargo, la valoración con respecto a ahorrar cambió por la pandemia y el complejo escenario inflacionario mundial, ambos factores que han golpeado con fuerza la salud y la economía del país.

La mayor liquidez con que cuentan los hogares ha producido desde el 2020 un aumento en los saldos de las cuentas bancarias, tanto a la vista como de ahorro, reflejando que los chilenos no tan solo pensaron en consumir, sino que también en guardar para imprevistos, gastos para vacaciones, celebraciones, colegiaturas u otros.

Pensar en ahorrar en un contexto de alta inflación es complejo, pero justamente la incertidumbre y el deseo de mayor protección ha generado que el ahorro a plazo aumentara desde 2020 a la fecha según cifras del Banco Central. Entre el 2020 y 2021 los depósitos de ahorro a plazo aumentaron un 58% y las captaciones de las cooperativas de ahorro y crédito un 23%.

Durante este año el escenario es diferente, ya que el ahorro nacional ha disminuido por efectos de un mayor consumo de los hogares. Esta baja se ha manifestado, por ejemplo, con caídas en los depósitos de ahorro a plazo de -0,21% durante el primer semestre.

Finalmente, no debemos dejar fuera del análisis lo que acontece con el dólar, ya que los elevados niveles del tipo de cambio han generado un crecimiento cercano al 200% de cuentas corrientes en dólares y desde el contexto de pandemia con aumentos del 20% en depósitos a plazo en la moneda estadounidense, llegando al 46% en la primera parte de 2022, lo que refleja cómo los chilenos desean refugiarse en activos más seguros.

En consecuencia, estamos ahorrando más que antes, pero ha sido la incertidumbre del mañana lo que nos ha hecho cambiar. Esperemos esta sea una oportunidad para movernos como sociedad hacia una cultura del ahorro, que ojalá también se base en un crecimiento estable de nuestros ingresos.

Ricardo Durán, académico de la Carrera de Ingeniería Comercial UDLA, Sede Viña del Mar.

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