En una anterior columna les conté de ciertas prácticas mañosas que estaban adquiriendo algunas jóvenes autoridades, sobre todo respecto a la entrega de información.

Maipú es un caso que he seguido con atención debido a ese supuesto déficit de 43.000 millones dejado por la administración anterior. Pedí, al amparo de la ley 20.285, que entreguen los cálculos, pero se han negado, y ahora uno de los fallos del Consejo de la Transparencia que los obligaba a entregar la información, ha sido reclamado de ilegalidad ante la Corte de Apelaciones.

Días atrás se informó que, gracias a la gestión desarrollada en los 6 meses de mandato, habían reducido el déficit en 15.600 millones, algo notable que podría replicarse en muchos municipios a los cuales les han dejado hoyos financieros reales, como Viña, Estación Central y tantos otros.

Requerido el municipio del detalle de esta reducción, han indicado que 6.700 millones fueron con los proveedores, 5000 millones apartados para pagar deudas y casi 3.900 millones de ahorro.

Claramente no hay tal rebaja del déficit ya que en el primer caso se negoció con 4 proveedores importantes (energía eléctrica- mantención jardines y recolección de residuos sólidos) el no pagar las facturas del último trimestre del 2021, y transformar eso en pagos a 6, 10, 20 y 31 meses. De los 6880 millones que no fueron pagados, 3.717 lo serán el año 2022, y han debido agregarse a este presupuesto, y el saldo lo será entre el 2023 y 2024. Una buena medida para desahogar las finanzas del municipio, pero que mantiene el supuesto déficit ya que el gasto fue devengado.

Respecto a los 5000 millones, estos se referían única y exclusivamente a deuda exigible, esa que queda de la ejecución del presupuesto de un año y que debe ser pagada prontamente el año siguiente, por lo que no significa absolutamente ninguna reducción del déficit. Más aún, la deuda exigible total al 31 de diciembre era de 7.868 millones por lo que “faltaban” 2868 millones que considerar.

De los ahorros no hay detalle alguno.

Existe un dato adicional que hace dudar respecto a qué ocurre realmente en Maipú. El cálculo de la caja disponible para el presupuesto 2022 alcanza la suma de 16.812 millones (según dato aportado por el municipio) y, por lo tanto, considerando una deuda exigible de 7.868 millones, el municipio tendría 8.944 millones disponibles que no justificaría “chutear” el déficit contratando deuda con los proveedores hasta el 2024.

El déficit es una resta entre ingresos y gastos; y la Contraloría entrega 4 o 5 fórmulas para su cálculo, que tienen interpretaciones e implicancias distintas. Si se quiere tener superávit hay que aumentar los ingresos o bajar los gastos, y con 3900 millones de rebaja, no se puede tener una caja de casi 16800 millones después de 6 meses de haber recibido el municipio con un déficit de 43.000 millones.

Este y otros casos demuestran que los sistemas de control en el nivel municipal deben ser urgentemente modificados, y eso involucra a los Concejos Municipales y a la Contraloría, obligando a que el descubrimiento de delitos contables y financieros sean rápidamente puestos a disposición de la justicia para una persecución efectiva, además de construir un sistema de control en línea que detecte todos estos casos con la anticipación debida y por cierto transparentar todo, absolutamente todo.

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