Los compradores están escuchando más a los brokers inmobiliarios, que entregan asesoría profesional para lograr resultados rápidos y convenientes para ambas partes. Es en momentos como el actual, donde hace la diferencia un asesor preparado del que no conoce el mercado. Y para los primeros, el vaso está medio lleno, no medio vacío.

El alza anunciada por el Banco Central en la tasa de interés (de 4% a 5,5%), fue como un balde de agua fría para muchos actores del mercado habitacional.

Sin embargo, creo que es bueno poner las cosas en perspectiva y tener en cuenta que se trata de una industria madura, que tiene la solidez suficiente como para sobrellevar bien el actual escenario de incertidumbre en términos económicos y socio-políticos, que por cierto ponen presión en los precios de las propiedades y restringen las condiciones de financiamiento hipotecario.

Los agoreros que proliferan por estos días, debieran considerar que también hay muchas bondades propias de este mercado que permiten tener una mirada más optimista a la hora de evaluar la situación actual.

Lo primero que no hay que olvidar es que existe una demanda cautiva: la gente necesita, independiente del momento económico del país, un lugar para vivir. Y si bien observamos que las ventas se han visto algo más lentas, los arriendos han estado sumamente dinámicos en los últimos meses.

Por otra parte, quienes quieren comprar no deben “asustarse” con la tabla pizarra, ya que los bancos evalúan el nivel de riesgo de cada persona y muchas veces se puede acceder a condiciones más favorables.

Además, hay que tener en cuenta que nuestro sistema bancario tiene la madurez suficiente para ofrecer opciones de tasa variable, mixta y fija, y según la naturaleza de cada comprador, se puede encontrar la mejor alternativa.

Como si fuera poco, hoy la portabilidad financiera permite negociar las condiciones pactadas una vez que mejore el escenario económico.

En paralelo, hay más opciones de financiamiento que la banca. Cada vez tienen más protagonismo cooperativas y mutuarias, y también ha crecido el interés por la figura del leasing habitacional.

Los compradores con más espaldas financieras están optando por comprar sin deuda, pues reconocen que surgen oportunidades a muy buen precio, que logran captar. En definitiva, aún hay espacio de crecimiento para las ventas de propiedades.

Por último, creo que el actual escenario, también ha provocado que varias malas prácticas desaparezcan. Ya prácticamente no hay propiedades en venta a sobreprecio, por ejemplo.

Los compradores están escuchando más a los brokers inmobiliarios, que entregan asesoría profesional para lograr resultados rápidos y convenientes para ambas partes. Es en momentos como el actual, donde hace la diferencia un asesor preparado del que no conoce el mercado. Y para los primeros, el vaso está medio lleno, no medio vacío.

Víctor Danús, gerente general de PROurbe Gestión Inmobiliaria.

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