Lo importante hoy día no es la obligatoriedad del Kínder sino mejorar las condiciones de calidad, desescolarizando a los niños y niñas y manteniendo ofertas “alternativas” (con un gran apoyo desarrollo psicosocial de la niñez) para aquellos niños y niñas que no pueden acceder a una escuela por la dispersión geográfica de nuestro país. En la actualidad a través del Estado, existen 16 programas en el país y son en su mayoría un servicio educativo que incluye ampliamente la participación de las familias y sus comunidades.

Estos programas han permanecido por décadas en nuestro país para atender al 3% de los niños que no pueden asistir a la escuela como lo dijimos anteriormente, por problemas de conectividad vial y geografía, el Estado ha destinado recursos no sólo para el pago de la subvención sino también para: transporte, formación continua de los profesionales y técnicos a cargo de estos.

Lamentablemente en la propuesta de este gobierno, el servicio educativo alternativo impartido por el Estado, los están cerrando, dejando a los niños más vulnerables del país sin una oportunidad educativa acorde a sus necesidades sicosociales, acrecentando aún más la inequidad en comunas rurales, costeras y montañosas.

Mejorar las condiciones de calidad en la educación parvularia, es el desafío que tiene Chile hoy día, para ello su obligación es revisar e incentivar nuevas metodologías basadas en el juego como la experiencia natural de aprendizaje de los niños y niñas, y junto a ello es necesario también impulsar programas de formación continua que permitan a las profesionales y técnicos acceder a nuevos conocimientos sobre los últimos avances sobre neurociencias, que indican lo que provoca en los niños y niñas la sobre-escolarización.

La competitividad del Kinder ha demostrado según todos los estudios realizados en los últimos años que esta situación provoca en los niños y niñas un nivel de estrés tóxico, es decir; activa la producción de cortisol y poda la conexión de las neuronas inhibiendo, por tanto, el aprendizaje la atención y la concentración en el momento cúspide para su aprendizaje, afectando no solo los aprendizajes cognitivos sino también todo su desarrollo humano presente y futuro.

Finalmente es necesario destacar que los aspectos claves del desarrollo humano se instalan en estas edades para la vida individual y colectiva de los futuros ciudadanos y ciudadanas de este nuestro país, en consecuencia uno de los problema hoy en Chile no es la obligatoriedad del kínder sino la mejora continúa educativa de este nivel pre-escolar.

Esta ley rechazada no soluciona este ni muchos otros problemas vinculados a la Educación parvularia como, por ejemplo, procesos evaluativos, sistemas de financiamiento, curriculum estandarizados con poca pertinencia territorial y cultural autonomía progresiva de los niños y niñas entre otros.

Blanca Hermosilla Molina.
Evep-Inicial

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