El concepto inclusión se escucha redundantemente en los tiempos actuales. Más cuando la Teletón comienza con la publicidad de los productos asociados a esta campaña.

Lo extraño, es que si bien se habla mucho del tema, no parece existir real conciencia del cambio de paradigma que una sociedad inclusiva debe tener, para considerarse como tal.

La inclusión no es considerar al otro como un ser disminuido, a quien algo le falta, que requiere de mi “ayuda” para ser parte de esa sociedad que sólo pertenece a cierta mayoría. Sí, es un otro diverso y válido, que requiere de ajustes razonables y apoyos adicionales para la equiparación de oportunidades.

La inclusión es una manera de vivir, en la cual existe un convencimiento profundo de que el ser humano de por sí, por su propia esencia, es un ser diverso. Por tanto, debemos comprender que entre todos y todas, desde las distintas experiencias de vida, condiciones físicas, religiones, etnias, género, entre muchas otras características personales, convivimos en un mismo territorio y debemos aprender a colaborar para aprender unos de otros y aceptarnos en esta gran diferencia.

Si continuamos sobreutilizando el término inclusión, desde una mirada asistencialista, donde con cierta superioridad incluimos al distinto, a quien debemos “darle eso que le falta”, seguiremos necesitando de la Teletón para recodarnos las falencias que tenemos al respecto como país.

Lo relevante, es desarrollar desde la infancia el predominio de relaciones personales basadas en el compartir, diluyendo las fronteras entre el “distinto” y el “normal”, para que todas las personas participen de la sociedad como actores relevantes, independientemente de su condición física, socioeconómica, género, etnia, etc, considerando a todos los individuos con la misma valoración en la construcción de una sociedad.

Si esto avanza en buen camino, a futuro ya ni siquiera existirá la palabra inclusión, ya que de forma natural, todos y todas vamos a convivir en un espacio común, valorando la diversidad como parte esencial del ser humano.

Viviana Vrsalovic H.

vvrsalovic@ulagos.cl

Académica Universidad de Los Lagos

Sede Santiago

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