Hoy se conmemora el Día Internacional del Trasplante, una iniciativa de la Organización Nacional de Trasplantes de España, que con este día se busca concientizar a la población del beneficio de una donación de órganos, que es dar vida a otro ser humano.

En conversación con el Podría Ser Peor, Marisol Bastías, madre de Cristóbal Ferrada, quien hace un año recibió un trasplante de corazón, contó lo duro que fue el proceso desde que se enteró de una compleja enfermedad que aquejaba a su hijo.

“Dentro de todo Cristóbal esperó poco, fueron siete meses pero para nosotros fueron inmensamente largos, angustiantes porque él es un adolescente y es más complicado ¿cómo le explicas que pasa el día a día y no llega nada para él?”, expresó.

Por lo mismo, indicó que tuvo que dejar de trabajar y pedir un permiso para así acompañarlo todos los días al hospital “y era complicado, Cristóbal ya se estaba angustiando tanto que por todo se enojaba y tenía muy buena recepción con algunas personas, entonces el hospital nos ayudó mucho, el personal en la contención fue muy importante”, reveló.

En cuanto al día en que le comunicaron que su hijo sería intervenido, dijo que les avisaron unas horas antes y a eso de 04:00 horas debían estar en el Sótero de Río y a las 5:00 tenían que llegar con él al Hospital de la Universidad Católica.

Yo creo que todavía no logramos recuperarnos de pensar que sí se tuvo la posibilidad de que Cristóbal pudiera tener una nueva oportunidad de vida“, cuenta.

Con respecto al diagnóstico manifestó que fue dado por casualidad, “yo le tomaba exámenes de rutina a Cristóbal, en ese entonces tenía 14 años y el diagnóstico nos dejó en la calle mirándonos, ¿qué hacíamos? porque era casi lapidario para nosotros“.

En ese entonces, el joven ya no pudo ir al colegio, puesto que se desgastaba mucho, “su corazón estaba muy envejecido, así que pasó a ser prioridad rapidito”, explicó la madre.

La operación, señaló que duró entre cuatro y cinco horas, y fue un momento muy angustiante, pero contó que lo que los mantenía mucho más tranquilos “era la conformidad de que había llegado la posibilidad“.

Luego vino la rehabilitación, la que según Bastías fue bastante rápida, “se trasplantó un ocho de febrero, en julio ya estaba entrando a segundo semestre del colegio, él tenía tantas ganas de vivir que su rehabilitación yo creo que fue fantástica”.

De paso, agradeció a la familia que le permitió, pese a la pérdida de su ser querido, continuar con la vida de su hijo.

“Si Cristóbal tuvo la oportunidad de que le fuera dado ese corazón, tremendo corazón, agradecer primero a esa familia que pese a la pérdida de ese gran ser querido fue capaz de traspasar todo eso y poder invertir y crear conciencia en otros y respetar la voluntad que tuvo ese joven de haberle dicho a su madre que quería ser donante”.

Finalmente, instó a las familias a seguir conversando de la importancia de ser donante y también respetar las voluntades.

Es mucho más probable que tú necesites un trasplante a que seas donante, ponerse en ese caso yo creo que cubre todo“, precisó.

Escucha a continuación la entrevista realizada en el Podría Ser Peor por Julio César Rodríguez: