Esta jornada se realizó la revisión de medidas cautelares de Martín de Los Santos Lehmann, agresor del adulto mayor de 70 años y conserje de un edificio en Vitacura, Guillermo Oyarzún, quien perdió la visión en un ojo y el sentido del olfato. En la audiencia, realizada en el 4° Juzgado de Garantía de Santiago, se decretó su prisión preventiva, imputado como autor de lesiones graves.
El hecho ocurrió la madrugada del sábado 17 de mayo, cuando, según el relato del conserje, se encontraba fumando un cigarro y De Los Santos se acercó para propinarle una golpiza, agrediéndolo en el rostro con los puños.
Tras la agresión, el imputado fue detenido y formalizado, quedando en libertad con las medidas cautelares de firma mensual y arraigo nacional.
En la previa a la decisión del tribunal de este lunes 23 de junio, la hija del adulto mayor aseguró que la libertad del agresor era “un chiste“. “¿Cómo va a ser que esa persona ande libre por la vida después de lo que le hizo a mi papá? O por lo que le hizo a las demás personas, porque este no es el único caso que tiene de violencia“, expresó.
Por su parte, el hijo de la víctima manifestó que esperaban la prisión preventiva, medida cautelar que fue acogida por la justicia. “Solamente tener una firma mensual y no acercarse a la víctima ni al edificio, encuentro que es ilógico a todo el daño que le ha hecho a mi papá y a nosotros como familia“, manifestó.
A raíz del ataque, el adulto mayor sufrió cinco fracturas faciales que requirieron cirugía. Además, permaneció internado durante 15 días antes de regresar a su domicilio en Conchalí.
Querella de Martín de Los Santos antes de su revisión de medidas cautelares
En la antesala de la audiencia de hoy, la defensa del imputado presentó una querella por delitos de lesiones graves y amenazas simples.
Según lo comunicado el pasado fin de semana, la acción legal apunta a dos golpizas que habría sufrido De Los Santos.
La primera, indican, ocurrió horas antes de la agresión al adulto mayor en las inmediaciones del edificio en Vitacura. Asimismo, aseguran que el imputado “comenzó a experimentar una pérdida de control y alteración de sus sentidos” en el club nocturno Palomino. Esto habría estado asociado a la ingesta no consentida de “sustancias psicotrópicas o estupefacientes”.
Incluso, argumentan que esto coincidiría con un “gasto desproporcionado e inusual de dinero” por parte de De Los Santos. Al oponerse a esa situación, el imputado habría sido “objeto de una agresión física directa y desproporcionada por parte del personal de seguridad del local“.
Por ello, huyó del lugar “visiblemente afectado, presentando signos evidentes de desorientación, alteración motora, pérdida de equilibrio y un estado de extrema confusión mental y emocional“, afirman en la querella.
La segunda agresión física acusada ocurrió alrededor en el Centro de Justicia, durante el día de su control de detención. Ahí, habría sido abordado por al menos dos personas: un hombre y una mujer.
“La agresión se inicia de forma repentina y violenta, cuando uno de los sujetos empuja con fuerza a mi representado para inmediatamente propinarle un golpe directo en el rostro que provocó su caída al suelo. Una vez la víctima se encontraba en el suelo, los agresores continuaron golpeándolo, utilizando golpes de puño y patadas que impactaron en su torso, brazos y piernas“, se detalla en la acción legal.