Desde Villa Francia y hasta Villa Grimladi se trasladó el cortejo fúnebre que despidió este domingo al sacerdote Mariano Puga, en el que participaron cientos de personas que se acercaron a despedir al “cura obrero”.

Puga, quien murió durante la madrugada del sábado, trascendió por la defensa que realizó a los Derechos Humanos durante la dictadura. En 1973, el cura acudió hasta el Estadio Nacional para prestar asistencia a quienes permanecían presos.

Ayer, a eso del mediodía, el cuerpo de Puga abandonó la Capilla del Cristo Liberador de la Villa Francia, para dirigirse por la Alameda hasta la iglesia San Francisco, lugar donde se realizó una misa en su honor.

Luego, emprendieron rumbo hasta Villa Grimaldi, uno de los centros donde estuvo detenido en dictadura, espacio utilizado para concluir el velorio entre expresiones artísticas y culturales.

Los asistentes a esta actividad demostraron el cariño a través de cantos y aplausos.

Katherine Salas, de la Comunidad Óscar Romero de Cerro Navia, lugar donde Puga también vivió, instó a la Iglesia Católica a avanzar en la santificación del fallecido sacerdote.

Una de las vecinas del sacerdote describió a Puga como un hombre cercano, sencillo, que solía llegar a su casa a ver televisión y a escribir.

Según la Comunidad de La Minga, su crematorio se realizará hoy lunes y se espera que el cuerpo sea retirado desde Villa Grimaldi alrededor del mediodía.