Con la dimisión del estado clerical y la expulsión de la Compañía de Jesús concluyó el proceso administrativo penal en el caso de Leonel Ibacache Ortiz.

La resolución tomó en consideración la recopilación de cinco casos de abuso de menores adjudicados a Ibacache y fue encargada por la Congregación de Doctrina de la Fe -entidad que deberá confirmar la pena- al superior general jesuita, el presbítero Arturo Sosa.

Tras una investigación iniciada el 19 de abril de 2018, la Compañía de Jesús informó a través de un comunicado que la resolución será comunicada personalmente a las víctimas del religioso.

“Desde ya pedimos perdón como Compañía de Jesús por el grave daño causado, colaboraremos en las instancias judiciales pertinentes, y nos comprometemos a buscar, junto con las víctimas, los caminos de reparación que puedan contribuir en su proceso de sanación“, informó la entidad.

“Las denuncias hechas por las víctimas han permitido que se esclarezcan los hechos y se tomen las medidas en justicia. Como Compañía de Jesús nos avergüenza enfrentarnos a esta verdad de abuso, sobre todo por el daño que se causó a menores de edad, aprovechando la confianza y autoridad otorgadas por el rol sacerdotal y en espacios dentro de nuestros colegios, donde el cuidado de los menores reviste el más alto deber”, enfatizaron en el escrito.

Por razones de edad (95 años) y salud, Leonel Ibacache se encontraba impedido del ejercicio del ministerio sacerdotal y restringido de todo contacto con menores de edad.