Con la familia de 300 niños de La Legua, la intendencia Metropolitana junto a la subsecretaría de Prevención del Delito, realizó la primera Fiesta de Navidad en el sector de calles Santa Catalina con Mataveri, la zona donde se derribaron los muros que aislaban a esta población ubicada en la comuna de San Joaquín.

Con un escenario con música, cantantes, magos y payasos, además de la entrega de alimentos y juegos, la autoridad de gobierno intentó dar una señal de cercanía con esta población ligada al narcotráfico, balaceras e inseguridad.

La subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, señaló que esta señal apunta a devolver la tranquilidad a este sector con un trabajo coordinado entre las policías y los vecinos.

Por su parte la intendenta Karla Rubilar subrayó que esto es parte de un trabajo que recién comienza, el cual va más allá de la presencia policial. Además se buscará replicar en otras zonas sensibles de la región Metropolitana.

Varios de los vecinos que participaron de la actividad se manifestaron reacios a manifestar su sensación con estas actividades por el temor que aún perciben en la zona, aunque destacaron la disposición del Gobierno en apoyar un desarrollo social e inmobiliario en La Legua.

Las autoridades destacaron que desde el derribo de los muros de La Legua, no se han registrado situaciones graves como las constantes balaceras que se registraban a mediados de año.