En junio de este año un aspirante a oficial de cuarto año de la Escuela de Carabineros fue formalizado luego que fuera acusado de secuestrar y violar a su expareja, una joven de 20 años que también se encuentra estudiando en la institución.

En la instancia, se expuso que el sábado 23 de junio F.C. (27) trasladó a la víctima D.F. contra su voluntad desde Santiago hasta Talca, para llevarla a su vivienda donde la habría abusado. Según lo que se dio a conocer aquella vez, los jóvenes habían terminado hace poco su relación y, de acuerdo a la información policial, el imputado la habría tomado del cuello y la habría agredido para evitar que descendiera del vehículo.

Tras varias horas fuera de la capital, el imputado dejó a la víctima en su casa cerca de las 4:00 horas del domingo. Luego de la formalización, F.C. (27) quedó en prisión preventiva.

Cambio en la medida

Sin embargo, de acuerdo a documentos a los cuales tuvo acceso BioBioChile, el 3 de septiembre el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago aceptó el recurso de apelación de la defensa y revocó la medida cautelar de prisión preventiva y la sustituyó por la de arresto domiciliario total.

Dentro de los argumentos para que se revocara esta medida, según el recurso de apelación al que BioBioChile también tuvo acceso, la defensa dio a conocer información que no habría sido tratada en la audiencia de formalización. “El conjunto de nuevos antecedentes allegados a la investigación permiten desvirtuar la existencia de los delitos por los cuales formalizó a mi representando”, señalaron en el recurso.

En la información contenida en el documento de la defensa, se indicó que con previo acuerdo de la denunciante, el imputado habría ido a buscarla a su casa en auto para conversar sobre el término de relación. De acuerdo a la declaración del imputado realizada el 10 de agosto, antes de viajar a Talca, estacionaron el vehículo para comer. Además, según la declaración de cuatro testigos, dijeron que vieron a la denunciante pudiendo “desplazarse libremente y sin ninguna manifestación en torno a alguna necesidad de auxilio”.

Una vez en Talca, la denunciante y el imputado se habrían colocado las ilusiones. En una declaración posterior a la formalización, la joven señaló que había sido obligada a ponerse el anillo. Sin embargo, según la el testimonio del hombre que les abrió el portón para que ingresaran a la vivienda en Talca, al interior se escuchaban risas y posteriormente vieron televisión.

Tras un llamado de los padres de la mujer, el joven la habría ido a dejar a su domicilio en Ñuñoa, donde incluso se tomó un café y conversó con la madre de la denunciante por más de una hora, de acuerdo a lo señalado en el texto de la defensa. Además, según el recurso de apelación, los papás de la joven se comunicaron con ella, incluso el padre le envió un mensaje vía WhatsApp al imputado, quien le respondió que “estaba en el cumpleaños de mi papá (…) ahora vamos para allá”.

La defensa también señaló que según un informe del Servicio Médico Legal, no se detectó ninguna lesión que pudiera ser compatible con el delito de violación y que tras la detención de su representado habría sido inmediatamente dado de baja de la institución.

En caso que F.C resulte culpable, arriesga una pena superior a los 10 años de cárcel.

Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia dicte sentencia en su contra.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)