La Fiscalía Metropolitana Sur pidió 16 y 29 años para dos acusados de instalar artefactos explosivos en Santiago.

Se trata de Joaquín García y Kevin Garrido, quienes fueron declarados culpables por el Tribunal de Garantía tras dos meses de juicio.

Para Garrido se solicitó la mayor pena, quien fue vinculado con la instalación de una bomba de 3,2 kilos de pólvora en la Comisaría de San Miguel, además en su domicilio encontraron elementos para la fabricación de este tipo de artefactos.

García, en tanto, fue encontrado culpable sólo por la instalación del artefacto.

Al respecto, el fiscal Raúl Guzmán sostuvo que la condena los deja satisfechos y explicó que las penas son tan altas como las que se aplicaron en el hecho ocurrido en el Metro.

En contraparte, la defensa espera una pena máxima de 10 años y no descartaron pedir nulidad.

Alicia Parra, defensora de uno de los acusados, indicó que les preocupa que se haya dictado veredicto con pruebas insuficientes, ya que puede afectarse a otras personas.

García fue detenido en Tirúa, región del Bío Bío, cuando no respetó su arresto domiciliario. Además, en la Cárcel de Alta Seguridad, golpeó al exagente de la CNI Álvaro Corbalán.

La sentencia se dará a conocer el 5 de septiembre.