La Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) cuestionó que los costos en cambiar las señales de tránsito por el nuevo límite de velocidad deba ser asumido por los municipios.

El presidente de la AChM y también edil de La Granja, Felipe Delpin, si bien valora la reducción del límite en zonas urbanas, lamentó que esto signifique perjudicar las arcas municipales de las comunas con menos recursos.

A partir de ahora, serán los municipios los que deberán modificar las señaléticas pudiendo, a su vez, establecer límites inferiores, por ejemplo, en torno a escuelas y hospitales, o superiores, en autopistas urbanas.

Delpin dijo valorar “absolutamente la iniciativa de reducir la velocidad en zonas urbanas, ya que esto va a disminuir los accidentes viales”, pero enfatizó en que “es lamentable sí que tengamos que hacernos cargo de una iniciativa del gobierno”.

Así, aseguró que para los municipios grandes y con mayores recursos no es mayor problema, pero “¿qué pasa con aquellos que actualmente no tienen el dinero suficiente para cumplir con sus obligaciones, de dónde van a sacar un promedio de diez millones de pesos para cambiar todas las señaléticas?”

Por lo mismo, pidió a la ministra de Transortes, Gloria Hutt, crear un fondo para ir en apoyo de los municipios más pobres.

“Este tipo de medidas son excelentes para la comunidad, pero deben considerarse recursos para llevarlas a cabo”, agregó.

El edil de La Granja finalizó considerando que “esta es una noticia que tiene de dulce y agraz”.